Caen las primeras nieves, pero sólo abre Port Ainé

Se ha hecho esperar más que otros años, pero finalmente la deseada nieve empezó a caer en la madrugada de ayer en las cotas más altas del Pirineo catalán, aunque lo hizo en cantidades tan pequeñas -entre 5 y 15 centímetros- que la mayoría de las estaciones de esquí no podrán abrir sus instalaciones durante el largo puente de la Inmaculada, aunque la de Port Ainé lo hizo ayer parcialmente. No obstante, al haber bajado bruscamente la temperatura, los empresarios del sector confían en que se repitan las nevadas a partir del viernes.

En Baqueira-Beret llegaron a acumularse espesores de más de 15 centímetros por encima de la cota 1.800. El director de la estación, Roberto Buil, afirmó que si continúa nevando, abrirán las pistas el viernes. Esa misma es la intención de los responsables del resto de las estaciones. Algunas empresas, como la de Boí-Taüll, han anunciado que adaptarán el precio de las entradas al número de pistas que estén disponibles, a partir de un mínimo de nueve euros.

La de Port Ainé (Pallars Sobirà) fue la única estación que ayer decidió abrir sus pistas, aunque lo hizo parcialmente gracias a la nieve caída y a la fabricada de forma artificial en los últimos días. Unos 400 esquiadores pudieron estrenar la temporada en este complejo, que sólo pudo poner en funcionamiento tres pistas. Por este motivo, la empresa acordó reducir el precio de los forfait de 30 euros a 20,5, y los niños sólo pagaron la mitad.

Desde el lunes, las reservas hoteleras de la zona han caído el 30%, dado que muchas personas que tenían previsto pasar el puente cerca de las pistas han desistido de hacerlo. Donde no se ha notado la falta de nieve ha sido en Andorra, a juzgar por las colas de coches que se formaron ayer en la carretera N-145 en dirección al principado. Si los turistas no pueden esquiar, al menos podrán aprovechar para hacer las compras navideñas.