PSOE y PP conmemoran la Constitución en un clima de máximo enfrentamiento

La Constitución alcanza hoy su 28º aniversario en un clima de máximo enfrentamiento entre PP y PSOE, que comenzó inmediatamente después de la victoria electoral socialista en 2004. El proyecto de la actual dirección socialista consiste en "minar poco a poco" el texto constitucional, según el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, que añora en ese aspecto la etapa de gobierno de Felipe González. El portavoz socialista, Diego López Garrido, realza "la buena salud" de la Constitución, fortalecida ahora, a su juicio, por la ampliación de derechos civiles, políticos y territoriales.

El ambiente en el que se desarrollará hoy en el Congreso la fiesta de la Constitución será el mismo que preside la vida política en los dos últimos años. Para el PP, el Gobierno socialista tiene como proyecto "minar poco a poco" la Constitución porque, a juicio de su portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, el Ejecutivo utiliza la máxima ley para "enfrentar".

En el PSOE se realza "la buena salud de la Constitución" y la "plena identificación con ella, como siempre, de los socialistas". Éstos respondieron ayer al PP con palabras de optimismo sobre la marcha del país y a propósito de la "buena salud" de la Constitución. De forma deliberada, no replicaron a las acusaciones del PP porque "no se las cree nadie, y tampoco el señor Zaplana", opinó López Garrido.

El portavoz popular lanza una de las tesis centrales del PP, la de que Zapatero divide a los españoles: "Vuelven a la confrontación y a las guerras; y cuando no son con los Estatutos de Autonomía, son las guerras de las esquelas, la de los monumentos, la de los archivos... Desgraciadamente, nos hemos apartado de ese espíritu de concordia que emanaba de la transición, de la Constitución, y que nunca antes había sido violentado".

La visión del PSOE es antagónica. Su secretario de Organización, José Blanco, se pregunta cómo es posible que Zaplana se refiera en negativo a las reformas de los Estatutos de Autonomía cuando "están siendo pactadas, una a una, por PP y PSOE". El Estatuto catalán es la única excepción.

Ampliación de derechos

López Garrido cita a la Constitución como norma sobre la que se asienta "la ampliación de derechos" que el Gobierno lleva a cabo. Los socialistas se sienten especialmente orgullosos de la futura asignatura de Educación para la Ciudadanía, "por la que niños y jóvenes serán educados en los valores del respeto, de la libertad y de la igualdad de todos los ciudadanos", con independencia de sus creencias. Esta asignatura ha sido precisamente muy criticada al alimón por la Iglesia y el PP, quienes consideran que se trata de imponer "un determinado modelo de sociedad" frente a la libertad de elección que ellos reclaman. A la polémica se ha añadido un documento elaborado por el responsable federal del PSOE de Libertades Públicas, Álvaro Cuesta, en defensa de la laicidad del Estado y, por tanto, de la educación.

Esto ha servido al Partido Popular para afirmar que "mientras los socialistas defienden la Constitución de la República", el PP está con la de la transición". El PSOE ha preferido no polemizar con un documento de un miembro de la ejecutiva y aunque no reniega de su contenido sólo pone el énfasis en la defensa de la nueva a asignatura.

El enfrentamiento ha llegado a tal nivel que el PP dice añorar algunos aspectos la etapa de Felipe González, hasta hace poco una especie de anatema para ese partido. Lo hace en contraposición con Zapatero, para tratar de explicar que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Zaplana lo dejó muy claro ayer: "Los políticos de la transición, esos del PSOE que ha enterrado Zapatero, hicieron una gran labor. En otros aspectos discrepamos profundamente de ellos, pero en esto hicieron una gran labor, no tenía que haberlos matado ni enterrado a todos".

"Unos se van protestando", prosiguió Zaplana, "otros se van en silencio, otros miran para otra parte por no hacer daño a su partido... Puedo asegurar que ése PSOE que protagonizó la transición, que tiene un sentimiento de España, que aunque hoy esté absolutamente diluido y postergado, existe. Hay otras fórmulas para mantenerse en el poder que tener que crispar y tensionar", insistió Zaplana.

Zaplana y Billy el Niño

Joan Herrera, portavoz de IU-ICV, que compareció después de Zaplana, se mostró muy sorprendido de que sea él quien acuse a los demás de crispar. "Me parece alucinante ver al máximo exponente de la crispación acusando a los demás. Ver a Zaplana preocupado por la crispación que crean los demás es como escuchar a Billy el Niño [bandido estadounidense del siglo XIX] hablando de seguridad ciudadana", se rió.