La disputa del PP y ERC por las lenguas bloquea el nuevo reglamento del Congreso

La reforma del reglamento del Congreso, una aspiración a la que se han acercado todos los presidentes de la Cámara, vive un momento muy complicado. Hasta el punto de que ayer Eduardo Zaplana, portavoz del PP, sostuvo que el presidente de la Cámara, Manuel Marín, "ha tirado la toalla", algo que sin embargo desmintieron los demás grupos y fuentes próximas a la presidencia. Lo que sí dijo Marín en la reunión de la Junta de Portavoces, con gran pesar, es que es la cuarta vez que intenta impulsar esta reforma que siempre se bloquea en el mismo sitio: la utilización de las lenguas cooficiales (el catalán, el euskera y el gallego).

El presidente del Congreso pidió el pasado día 21 un esfuerzo a todos los grupos parlamentarios para impulsar el acuerdo. El borrador que ya existe goza de un apoyo general, con excepción del régimen lingüístico. Sobre el posible culpable de este bloqueo discurrió ayer la ronda de opiniones de los grupos parlamentarios.

El PSOE trató de evitar los golpes y aseguró, a través de su portavoz parlamentario, Diego López Garrido, que su grupo acepta "cualquier fórmula que viniera por consenso". Esta oferta implica que no puede cerrar el acuerdo exclusivamente con el PP y en contra de todos los demás; pero tampoco quiere unir sus fuerzas a los partidos minoritarios en contra del PP. Ayer, más que nunca, se puso en evidencia que el problema es el choque entre los grupos nacionalistas y el PP. "Aceptamos cualquier fórmula", insistió López Garrido.

Exigencias nacionalistas

Los populares, sin embargo, no desaprovecharon esta ocasión de golpear al PSOE, por mucho que éste quisiera colocarse en una esquina de la pelea. "El PSOE está preso de sus alianzas con ERC", afirmó el portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana. Y continuó su explicación: "El PSOE no quiere llevar la reforma adelante para que no se enfaden los nacionalistas y éstos se oponen porque no están de acuerdo en que la única lengua que se hable en el Congreso se la lengua oficial", insistió Zaplana, quien preguntó en voz alta "si es un disparate hablar en la lengua oficial".

El PP se opone a un "uso restringido" de las lenguas cooficiales; es decir, a que se utilicen al comienzo de las intervenciones, a modo de presentación, no más de uno o dos minutos. Una solución podría ser que este asunto se saque del reglamento del Congreso y que figure en una resolución. Pero ERC no acepta, a no ser que exista el compromiso cerrado de que tal resolución caminaría a la vez que la reforma y aprobación del reglamento de la Cámara.

Tanto el portavoz de Esquerra Republicana, Joan Tardá, como el de ICV, Joan Herrera, acusaron al PP de "intransigencia". Herrera pidió al PP que acepte lo que es una realidad en el Parlamento Europeo, y Tardá reprochó al PSOE "su incapacidad" para convencer al PP.