El 43% de los alumnos de sexto de primaria tiene teléfono móvil
El hábito de la lectura cae a medida que avanza la edad de los niños
El 43% de los alumnos de sexto de primaria tiene teléfono móvil. Así concluye una encuesta que ha hecho la Fundación Jaume Bofill a más de 940 familias y que se presentó ayer. El propósito de este estudio es evaluar a qué dedican los niños catalanes su tiempo cuando no están en el aula. Sus principales tareas son hacer los deberes, mirar la televisión, las actividades extraescolares y también leer. Aunque el hábito de leer, advierte el informe, es menor a medida que avanza la edad de los niños.
El 85,7% de las familias encuestadas dicen que sus hijos de entre 7 y 11 años de edad leen al menos una vez por semana. Este porcentaje es más elevado entre los niños de siete años (en esta franja de edad, se sitúa en el 89,2%), y va cayendo progresivamente hasta alcanzar el 81% entre los niños de 11 años.
Un factor que puede incidir en esta caída es que los niños más mayores están mejor equipados a nivel tecnológico. El 47,2% de los niños de once años encuestados tienen videoconsola y el 42,9% disponen de un teléfono móvil propio. Otro 36,8% tiene televisor y el 23,2%, un ordenador conectado a Internet.
El género es otro factor que incide en el hábito de lectura de los estudiantes de educación primaria. La encuesta de la Fundación Jaume Bofill pone de manifiesto que los chicos leen algo menos que las chicas. Concretamente, el 88,7% de las chicas dice leer al menos una vez por semana. En cambio, entre los chicos, el porcentaje se reduce al 82,8%. El porcentaje de niños que juegan con videoconsola (77,9%) duplica al de jugadoras (36,1%).
Contrastes por clases sociales
Otro parámetro que condiciona en el hábito de la lectura de los pequeños es el nivel socioeconómico y cultural de sus familias. Mientras que el 89,3% de los niños de clase alta leen semanalmente, entre los de clases populares el porcentaje es inferior, y se sitúa en el 78,5%.
Los niños de clases populares están peor equipados a nivel tecnológico pero dedican más tiempo que el resto a jugar con la videoconsola, conectarse a Internet o a jugar con los amigos. Los niños de clase baja dedican 13,5 horas a la semana a ver la televisión, el doble que los de las clases altas.
Todos estos datos ilustran que "las familias de clases populares tienen menos recursos pero los usan más", aseguró Jordi Sánchez, director de la Fundación Jaume Bofill. Esto significa que acostumbran a utilizar el televisor, las videoconsolas o el ordenador como una vía para mantener ocupados temporalmente a los pequeños.
El 100% de los niños de clase alta hace actividades extraescolares. En cambio, entre las clases populares este dato se reduce al 69,2%. El coordinador de la encuesta, el profesor de psicología social de la Universidad Autónoma de Barcelona, Rafael Torrubia, aseguró que diferentes estudios han puesto de manifiesto que el coste medio para las familias catalanas de las actividades extraescolares se sitúa en los 100 euros al mes. Una cuantía elevada que no todas las familias pueden asumir.
Para que las actividades extraescolares no sean un factor de segregación, Torrubia propuso incrementar las ayudas públicas mediante "becas o la cofinanciación" para que todas las familias que lo deseen puedan acceder a ellas. "No se trata de que sean totalmente gratuitas, decir esto sería demagogia. Pero es necesario reducir las desigualdades", indicó.
"Hay un déficit de equipamientos públicos para actividades extraescolares", añadió Torrubia. Un ejemplo que lo ilustra es que, en Barcelona, la gran mayoría de escuelas de música son de titularidad privada. Sólo hay tres escuelas municipales de música en la ciudad y un conservatorio municipal, situado en la calle del Bruc.
Los estereotipos de género siguen condicionando la elección de las actividades extraescolares, dice el informe. Así las cosas, el 88,4% de los niños hace una actividad extraescolar deportiva. Entre las niñas, este porcentaje se sitúa en el 63,5%. Por el contrario, son las chicas las que hacen más música, talleres y danza.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.