Un estudio revela que no son fiables los detectores de droga en la saliva
Una investigación de la Universidad de Santiago, encargada por la Unión Europea, ha revelado que los detectores de drogas en la saliva que existen en el mercado no son lo suficientemente fiables para ser incorporados a los controles de alcoholemia que realiza Tráfico a los conductores. Los aparatos, con los que se pretendía demostrar el consumo de sustancias estupefacientes como cannabis, cocaína o anfetaminas, fueron probados entre 2003 y 2005 entre más de 2.000 automovilistas gallegos que se sometieron a los exámenes de manera voluntaria y anónima.
Los autores del estudio, dirigido por el catedrático de Toxicología, Manuel López-Rivadulla, recomiendan a las autoridades que, pese a los resultados de la investigación, no descarten la incorporación de estos detectores a los controles que se realizan habitualmente en la carretera. Los expertos proponen que, "para garantizar los derechos del conductor", se sometan a otro análisis en el laboratorio aquellos casos que den positivo en el consumo de drogas.
López-Rivadulla explica que ninguno de los nueve aparatos analizados logró una fiabilidad mínima del 95%. El catedrático compostelano defiende, con todo, el "efecto disuasorio" que tendría la implantación de estos sistemas de detección de drogas para los automovilistas. López-Rivadulla explica que la sustancia más difícil de localizar en las pruebas que se realizaron fue el cannabis, frente a la mayor efectividad de los aparatos con la cocaína y los opiáceos.
Tráfico decide
Lo que haga finalmente la Dirección General de Tráfico no se sabrá, como muy pronto, hasta el año que viene. Según informa el jefe de la Agrupación Territorial de Tráfico de Galicia, el teniente coronel José Luis Ulla, varias empresas diseñan actualmente nuevos dispositivos de detección de estupefacientes a través de la saliva. Estos aparatos se probarán probablemente en 2007 y, según los resultados de estos estudios, se decidirá si se incorporan a las pruebas que realiza Tráfico a los automovilistas.
Las investigaciones sobre la fiabilidad de los dispositivos para detectar el consumo de estupefacientes a través de la saliva forman parte del proyecto europeo Rosita II y se realizaron en seis países comunitarios y en cuatro estados norteamericanos. En España, el estudio fue encargado a la Universidad de Santiago.
Técnicos del campus compostelano participarán también en el Proyecto Druid que, a lo largo de dos años, estudiará con muestras de saliva el nivel de consumo de drogas por parte de los conductores europeos. La Dirección General de Tráfico y la Universidad santiaguesa firmarán próximamente un convenio para que sea el Laboratorio de Toxicología Forense del Instituto Universitario de Medicina Legal quien realice los análisis de este proyecto financiado por la Unión Europea con 19 millones de euros.
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