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Reportaje:

La obra maestra de Tamudo

El delantero del Espanyol marcó el domingo un tanto sensacional frente al Sevilla

Jordi Quixano

Lanzó el desmarque, recibió de espaldas a portería y, de tacón, dejó sentado a su marcador, Escudé. Después, pisó el área, se perfiló y envió el balón al primer palo y por encima de Palop. El domingo, el delantero insignia del Espanyol, Raúl Tamudo, le marcó al Sevilla un golazo, otro más para su cuenta. "En el Espanyol, Tamudo es el amo", sentenció a modo de elogio, hace tres años, Javier Clemente, su entrenador por entonces. Todos sus sucesores, independientemente del sistema, con uno o dos puntas, le han escogido como el estilete idóneo. El ariete lleva 103 goles en la Liga y está a sólo ocho del récord absoluto del club, de Rafa Marañón. Casi todos los ha marcado con la derecha, varios con la izquierda y algunos con la cabeza.

En los entrenamientos, Tamudo mantiene esa mirada de buscavidas, de cazagoles. Sabedor de que no se juega más que el orgullo, prueba regates, caños, fintas... y sobre todo el recorte con el tacón que sacó los colores a Escudé. "Había ensayado mucho este movimiento", explicó Tamudo tras el partido. "Es uno de los mejores goles de la Liga y quizá de Europa", proclamó ayer De la Peña. Aunque, precisamente, Tamudo no destaca por sus florituras. "No soy un superdotado en velocidad, en calidad técnica o remates de cabeza. Pero marco goles, que es lo que cuenta", suele reflexionar. Pero también los ha marcado de bella factura. "Me quedo con el que le metí al Celta en la Liga 2002-2003, cuando con otro taconazo regateé a dos defensas en la línea de fondo y luego crucé el cuero a la escuadra contraria". O importantes, como los de las finales de Copa de 2000 y 2006.

Tamudo comenzó a jugar en la calle de su casa, en el barrio de Santa Coloma. Dos persianas hacían de porterías. Él, curiosamente, de arquero. "Me hice delantero porque me harté de recibir goles", explica. Desde entonces, se ha dedicado a perforar las porterías.

Acostumbrado a despertar una vez rebasado el ecuador de la Liga, Tamudo ha comenzado el curso de forma fulgurante. Lleva cinco goles en la Liga, cantidad nada despreciable si se tiene en cuenta que en los 10 años que lleva en activo, su media es de 10 goles por año. Sólo una vez había superado este registro. Fue en la campaña 2001-2002, cuando llevaba ocho. Entonces contabilizó 19 a fin de ejercicio. A Tamudo le chifla hojear revistas de decoración o de coches, y retar a Luis García al golf en un pitch & putt. Pero lo suyo, sin duda, son los goles.

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