Solidez empresarial
La economía española está atravesando un buen momento coyuntural, como se deduce de toda la información que hemos conocido y comentado en los últimos meses. Como no podía ser de otra manera, las empresas recogen el fruto en sus cuentas de resultados, como ponen de manifiesto los datos de la Central de Balances que ha publicado esta semana el Banco de España en sus dos versiones: la anual (CBA), referida a 2005 y elaborada con la información de 6.671 empresas que cubren el 25% de nuestra economía, y la trimestral (CBT), con datos hasta septiembre de 2006, cuya representatividad es mucho menor, ya que recoge la información de 737 grandes empresas que suponen el 13% del conjunto de la economía española y, además, están mal repartidas por sectores, lo que no es óbice para que tomados los datos en su conjunto sean un buen avance de la CBA.
Las empresas están en buena forma y ello explica el aumento de la inversión y del empleo
El Valor Añadido Bruto nominal (VAB: valor de la producción menos los consumos intermedios) de las empresas de la CBT aumentó hasta septiembre un 6,9% respecto al mismo periodo del año anterior, lo que supone una notable recuperación tras la fuerte desaceleración de 2005. Con ello, el crecimiento del VAB de estas empresas se alinea con el del conjunto de la economía estimado por la contabilidad nacional (gráfico izquierdo). Con este VAB las empresas hicieron frente a los costes de personal (remuneraciones de los asalariados, incluyendo cotizaciones a la Seguridad Social y otros gastos), que aumentaron un 4,9%. Esta tasa supera en algo más de un punto porcentual a la del mismo periodo del año anterior debido al mayor aumento del empleo (1,7%), ya que las remuneraciones medias por empleado crecieron igual, un 3,1%. Dado que el aumento de los gastos de personal fue inferior al VAB, la diferencia, que constituye el excedente o resultado bruto de la explotación, lo hizo por encima, un 8,4%. Ésta es la clave de los buenos resultados empresariales, que se viene repitiendo en los últimos años y a nivel planetario.
Si al excedente bruto se le suman los ingresos financieros y se le restan los gastos de la misma naturaleza y las amortizaciones y provisiones, se obtiene el saldo más representativo de la rentabilidad de las empresas, el resultado ordinario neto. Su crecimiento se quedó en un 6,1%, la mitad del registrado en el mismo periodo del año anterior (gráfico central), siendo la causa principal de ello el fuerte aumento de los gastos financieros. Aunque el Banco de España advierte que dicho aumento está muy condicionado por una operación singular de una gran empresa, podemos decir que marca una tendencia al alza derivada del aumento del endeudamiento de las empresas y de la subida de los tipos de interés. No obstante, dado que se prevé que dicha subida sea moderada, su impacto en los próximos años será asumible sin que genere una disminución notable de la rentabilidad de las empresas. Eso sí, probablemente los beneficios ya no sigan creciendo a las tasas de los últimos años, lo que deberían tener en cuenta los mercados para no provocar una nueva y siempre peligrosa burbuja bursátil.
En todo caso, más significativas que estas tasas de crecimiento de los resultados son las de rentabilidad, que mantienen los elevados niveles del año anterior (gráfico derecho). Las empresas españolas se encuentran en buena forma y ello explica el aumento de la inversión y del empleo. También ello es un buen indicador adelantado de que la economía, al menos a corto plazo, seguirá en expansión.
Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
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