Cuatro castizos tigres de Bengala
El Circo Americano instalado en Ventas asiste al nacimiento de tres cachorros de una especie de felinos en extinción
De una de las caravanas aparcadas en el Circo Americano sale un llanto agudo y persistente, de bebé. Enrique Luna, Magic Polo, se acerca y levanta una gruesa puerta metálica apenas lo justo para entrever, a la luz de unos potentes focos, a Serina. Esta espectacular hembra de tigre blanco del Himalaya, una especie en extinción, mira con poderosos y tranquilos ojos azules al intruso que observa apostado tras su domador. Después vuelve a concentrarse en las tres pequeñas bolas de pelo a las que amamanta. Una cuarta, desorientada junto a las patas delanteras de su madre, es la causante de los gañidos que se oían poco antes tras la puerta. Serina la coge entre sus fauces, apenas 25 centímetros de tigre de Bengala, y la coloca junto a sus hermanos.
Son tres tigres machos (blancos) y un tigre hembra (con el habitual color anaranjado de Bengala) que hoy cumplen sus primeros nueve días de vida. "Nacieron el 24 de noviembre, el día de mi cumpleaños", explica sonriente Enrique. "Fue el mejor regalo que podía tener". Y vinieron al mundo en Madrid, junto a la plaza de toros de Las Ventas, donde hoy se celebran los tres últimos espectáculos del Circo Americano. Allí, Polo realiza su número de magia en el que hace desaparecer a dos tigres.
Apenas pesan un kilo y, de momento, no requieren demasiados cuidados. "Generamos calor con focos de luz de cuarzo, porque los radiadores les resecan la garganta y los bebés podrían ahogarse", detalla el mago. La que más cuidados requiere ahora es mamá. "Le damos agua constantemente; procuramos que coma despacio (cinco o seis kilos de pollo y ternera al día) y que les dé de mamar", señala Polo mientras Serina restriega la gigantesca cabeza contra su mano. Cuando abran los ojos, en torno a los 11 o 12 días de vida -"Mira, esos dos parece que ya empiezan a abrirlos"- sus cuidadores crearán una zona de penumbra para que la luz de los focos no les moleste.
Esta rara especie (hay unos 200 en todo el mundo), que se venera como un animal sagrado en India, surge de una variación genética de los tigres de Bengala y hace falta que ambos progenitores posean el gen que transmite ese color.
El valor de cada cachorro alcanzaría hasta los 70.000 euros. "Steven Spielberg ofreció 400.000 por Serina", asegura Polo, que no está dispuesto a deshacerse de ellos. "Es como si fueran mis hijos".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.