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Columna
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'Apocalypse Camps'

Al presidente Camps le pegó una rebotada tal que, en la tarde del jueves, convocó a los medios de comunicación para revelarles el fin del mundo: EU y el Bloc, se habían echado al pacto Si sus fieles muñidores Rambla y Castellano ya le habían precedido en una esperpéntica cabalgata de las valquirias, bailándoles por batasunos a los coaligados, Camps enfatizó el cataclismo. Las conspiraciones judeomasónicas a las que tanta devoción les ponía el franquismo, para repartir miedos y represalias, no van más allá de un entremés, a juicio del PP, frente a ese brebaje en el que se cuece lo más venenoso de Euskadi, Cataluña y Galicia, con el nacionalismo, el marxismo y el ecologismo. La clarividencia del presidente Francisco Camps es gravemente fachuda: el pacto supone la República Federal, la supresión de las diputaciones provinciales, la paralización de la economía valenciana, el freno al AVE y al trasvase del Ebro, la destrucción del Estado, de la Constitución, del Estatuto. Qué estrategia tan buñolera la de esta derecha que ha hecho del catastrofismo su salvación y doctrina, mientras oculta su temor a perder las elecciones autonómicas. Porque los acuerdos visualizan, con una ligera mejoría de las expectativas socialistas, la posibilidad de arrebatarle el Consell y algunos municipios a un PP, que está al borde de la histeria y que, en su desazón, tira de su manoseado vademécum de descalificaciones, que es lo mejor que sabe hacer. Por fortuna, al margen de tanto histrionismo y aspaviento, de tantos augurios crepusculares, el pacto a cinco bandas ha satisfecho las aspiraciones de amplios sectores de la sociedad valenciana, que es plural y consecuentemente exige que se respeten sus derechos y su representación en las Cortes. No se ha quebrado, para nada, EU, que si marchaba a tres velocidades ha tenido el pulso y la sensibilidad necesarias para acompasarlas, consciente de su responsabilidad, en tanto el Bloc liderado por Enric Morera, con el mismo espíritu, ha colocado sus candidatos en puestos de salida. En esas tres listas provinciales figuran también Els Verds del País Valencià, Els Verds-Esquerra Ecologista e Izquierda Republicana, como es de menester, en una democracia sin sisas ni remiendos. Asistimos a una ocasión singular: en el marco de un gobierno español de izquierda moderada y de un gobierno valenciano de rancia ascendencia, se librará la confrontación autonómica y municipal. Roque Moreno, secretario del PSPV, le dijo al cronista que "desde su formación se ha alentado el acuerdo y ahora se recogen buenas noticias"; Antoni Arques, dirigente del Bloc confía en que "también en los ayuntamientos se consigan pactos"; y Fernández Cabello, coordinador de EU -todos ellos de Alicante- manifestaba que "en cada localidad, una asamblea decidirá las posibilidades que haya. El PSOE solo ofrece una alternancia, con las formaciones a su izquierda, una alternativa". En Valencia, Glòria Marcos, señalaba el pánico de Camps. Apocalypse Camps. Qué vídeo... ¿Lo habrá dirigido Rajoy o Acebes?

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