El Gobierno asegura que no es "ni más ni menos optimista" con el proceso que hace nueve meses

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer que el Ejecutivo "no está ni más ni menos optimista que hace nueve meses" sobre el proceso para el final dialogado de la violencia, cuando ETA declaró el alto el fuego permanente. También afirmó que el Ejecutivo sigue teniendo "la mano tendida" al PP y que han sido los dirigentes de este partido "quienes rompieron los puentes al hacer del terrorismo su lucha particular contra el Gobierno". En contraste con la postura del Ejecutivo, dirigentes de Batasuna definieron ayer la situación de "insostenible" y extendieron sus críticas al Gobierno francés por la reciente detención de tres etarras.

El Gobierno quiso dejar claro el mensaje de que la detención, el pasado miércoles, de los tres etarras en Francia, entre ellos el presunto jefe del aparato logístico de la banda terrorista, no altera su voluntad de mantener su propuesta de final dialogado de la violencia, siempre con respeto a las reglas de juego. "Está muy claro que el Gobierno está claramente comprometido con los deseos ampliamente mayoritarios de la sociedad vasca y de la sociedad española para alcanzar la paz en los términos que el presidente del Gobierno expuso en el Congreso", dijo Fernández de la Vega, en referencia a la declaración institucional del presidente Zapatero el 29 de junio pasado.

La declaración institucional de Zapatero, en la que anunció la apertura del diálogo con ETA, aún no materializado, precisaba que el proceso sólo se desarrollaría en ausencia de violencia y dentro de la legalidad. Desde que ETA perpetró el robo de armas en Francia, a finales de octubre, el presidente del Gobierno anunció que esta acción terrorista tendría consecuencias, que se han materializado ahora con la detención de tres etarras.

En ese contexto, Fernández de la Vega dijo ayer que el Gobierno "no se ha movido ni un milímetro" en este proceso y que "está ni más ni menos optimista" que cuando ETA declaró el alto el fuego, el 22 de marzo. Con ello, envió a ETA el doble mensaje de que las vulneraciones del alto el fuego -como el robo de pistolas en Francia- serán respondidas por el Gobierno, sin por ello romper el proceso. Aunque éste permanecerá bloqueado mientras la violencia no cese de modo claro.

El Gobierno también dirigió un mensaje a los dirigentes del PP. "Éste no es un Gobierno de puentes rotos, sino de mano tendida. Esa mano tendida se dirige a los líderes del PP para que reflexionen y se sumen al resto de los partidos y a la mayoría de los ciudadanos para intentar construir todos juntos la paz", dijo De la Vega.

La vicepresidenta primera insistió en la necesidad de recuperar la unidad democrática con el PP para el final dialogado del terrorismo, aunque también aclaró que "no hay nada previsto" sobre una cita de Zapatero con Rajoy, si bien "la agenda del presidente siempre está abierta a una reunión".

Aseguró que tampoco está prevista una reunión informativa del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, con los líderes de los partidos sobre la marcha del proceso, como reclamó la víspera el coordinador de IU, Gaspar Llamazares. "Estamos trabajando siempre, en este tema, con responsabilidad, coherencia, discreción y lealtad institucional, con todos los grupos parlamentarios. Así lo hemos hecho y lo vamos a seguir haciendo", dijo.

Situación "insostenible"

El portavoz de la ilegalizada Batasuna, Joseba Permach, utilizó ayer en San Sebastián un tono más alarmante en relación con la marcha del proceso y calificó la situación de "insostenible". Pese a ello, no quiso dar plazos cuando fue preguntado sobre el tiempo en que puede durar esta situación, que, precisó, es insostenible "desde hace días, semanas y meses". Sólo reiteró que las condiciones para salvar el proceso son que sea "político, y vaya a las raíces del conflicto", y advirtió de que negar esto representa "echar por tierra las expectativas abiertas en este país". También recordó que "es imposible hacer un proceso de paz utilizando los mecanismos de guerra", en alusión a las detenciones de tres etarras en Francia.

Acompañado por Xabier Larralde, francés y máximo responsable de la Batasuna legalizada en Francia como partido, Permach puso el acento en equiparar la responsabilidad del Estado francés y la del español en la actual situación del proceso y en su enfoque. "Francia ha hecho un esfuerzo inmenso en negar la existencia del conflicto", dijo. "Pero se ha visto obligada a hacer detenciones y a dictar sentencias políticas, lo cual evidencia que, tarde o temprano, tendrá que admitirlo", añadió.