Woodgate ya no se rompe
El central juega en tres meses más partidos con el 'Boro' que en dos años con el Madrid
Jonathan Woodgate ya no es de cristal. Woodgate, central, inglés y eterna promesa, ya no se rompe. Woodgate, sorpresa, juega. Un viaje, un sueño y la llamada de un ex compañero han obrado el milagro. El viaje, vuelo de ida asegurado, la vuelta está por ver, fue impulsado por el Madrid, el club que le fichó hace tres temporadas por 24 millones de euros: Capello, técnico madridista, decidió que no había sitio en su equipo para el central, y empujó al club a cederlo. Ahí empezó el sueño. A Woodgate, Woody para los amigos, le llamaron varios equipos de la Premier. El Newcastle. Algún recién ascendido. Y el Middlesbrough, el club y la camiseta con los que soñaba de niño. Cuando todo estaba por decidirse, Woodgate recibió una llamada. Y cogió el avión a Inglaterra: Gareth Southgate, su breve pareja en el centro de la defensa de la selección, ahora reconvertido en entrenador del Boro, le había prometido confianza y minutos si llegaba cedido, con una opción de compra, al Middlesbrough. El resultado: Woodgate ya ha jugado diez partidos de Liga. Y hoy puede jugar el undécimo ante el Manchester United, líder de la Premier. Es casi un récord: en tres meses y medio, el central ha jugado más partidos que en dos años en el Madrid, donde disputó nueve de Liga.
"Está haciéndolo bastante bien", reconoce por teléfono Walter di Salvo, ex preparador físico del Madrid, ahora en el United, que acaba de reforzarse con la cesión por tres meses del ex barcelonista Larsson. "Será un partido feo, difícil, porque nosotros tenemos la filosofía del riesgo y, cuando marcamos, seguimos buscando el gol". Para evitarle ese problema al United puede estar Woodgate, que ha mezclado actuaciones portentosas con otras más que discretas. De ahí la confusión: mientras que el graderío del Riverside Stadium grita insistentemente "Woody for England", pidiendo su vuelta a la selección, el Times ha llegado a titular una crónica "Woodgate horror show". En el Boro, sin embargo, lo tienen claro: el central, según las bajas, es el capitán del equipo. Y quieren ficharle este verano para las cuatro siguientes temporadas. Si le convencen, claro.
"Nos ha dado solidez y calma", explica Southgate. "Hablé con él este verano y vi que deseaba jugar. Lo tenemos cedido y ya hemos acordado con el Madrid el precio de su fichaje. Es tan bueno como cualquiera de los centrales de Inglaterra".
"El Madrid es un club masivo", contesta Woodgate. "Estar en él ha sido una gran experiencia, pero cuando no juegas no te sientes parte del grupo. Quiero conseguir triunfar allí. Sólo soy humano, y todo el mundo querría hacer lo mismo. Hablamos del club más grande del mundo, y yo quiero lograr llegar a lo más alto". Woodgate ha vuelto a jugar. Acumula minutos, partidos y, de vez en cuando, piropos. Steve McLaren, seleccionador inglés, reconoció que pensó en seleccionarle para los partidos que enfrentaron a Inglaterra con Macedonia y Croacia en su camino a la Eurocopa 2008. Una inoportuna lesión muscular lo impidió: claro, Woody, como todos, sigue sin ser inmune a las lesiones. Y, aún así, quiere volver al Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.