Malestar de los constructores con Fontenla por su apoyo a las restricciones en el litoral

Los constructores gallegos se desmarcaron ayer del presidente de la patronal, Antonio Fontenla, quien el lunes respaldó las restricciones urbanísticas en la franja costera. Sus declaraciones provocaron "un enfado monumental" en la directiva de la Federación de la Construcción de Galicia, que pedirá explicaciones al presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia.

El de la construcción se considera el sector más afectado por la suspensión cautelar del desarrollo urbanístico en la franja costea de 500 metros, por lo que reprocha a Fontenla que no le tuviese en cuenta en la reunión que mantuvo el lunes con el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y la conselleira de Política Territorial, María José Caride. La presencia en esa entrevista de representantes de grandes empresas como Acciona o Dragados, "a los que no les afectan las restricciones", ha incrementado el malestar, según fuentes de la federación.

Reprochan al presidente de la patronal que no les invitara a la reunión con Touriño y Caride

"Las grandes constructoras viven de la obra pública, por lo que las restricciones de la consellería no les afectan en absoluto", manifestó un portavoz de la Federación de la Construcción de Galicia, quien aseguró que la irritación con Antonio Fontenla es "general". El mismo representante lamentó que la directiva de la federación se enterara por la prensa de la reunión, y se preguntó "cómo se le ocurre a Fontenla hacer algo así sin contar con el sector".

La información directa de la conselleira de Política Territorial es la principal demanda de los constructores, aunque ayer reiteraron su rechazo inicial y la amenaza de desviar sus inversiones. "Estamos en una etapa de cierta prosperidad, pero tiene un horizonte, porque el dinero busca otros caminos y acabará por canalizarse hacia otro lugar", avisó el portavoz de los constructores.

Antonio Fonenla, mientras, matizó ayer su apoyo a las medidas anunciadas por el Gobierno gallego, que comenzarán a aplicarse en la primera mitad de 2007. Sólo 24 horas después de asegurar que "entendía" las restricciones y declarar que no serán "tan trágicas" como augura el PP, ayer acusó a la Xunta de provocar "la incertidumbre" y "pérdidas en los empresarios".

En una entrevista en la Radio Galega, el presidente de los empresarios gallegos alertó de los movimientos "especulativos" que puede provocar el anuncio de las restricciones. También subrayó el caso de los inversores "que han comprado terrenos porque no había ningún tipo de limitaciones", para encontrarse ahora con que no pueden edificar. "Los compradores también van allí donde haya oferta, y si no la hay comprarán en otras zonas de España", expuso el presidente de la Confederación de Empresarios.

Antonio Fontenla, que denunció "la forma sorpresiva" en que la Consellería de Política Territorial puso en marcha las restricciones, reclamó "un estudio integral" que permita establecer las dimensiones de la franja litoral donde no se permitirán los nuevos desarrollos urbanísticos. Frente a las matizaciones de Fontenla y las críticas de la patronal de la construcción, la Federación Ecoloxista Galega salió en defensa de las medidas anunciadas por Política Territorial, que consideró apropiadas para atajar "el serio riesgo de destrucción" de la costa gallega, a causa del "desmedido afán urbanístico".