_
_
_
_
Tribuna:CIRCUITO CIENTÍFICO
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La astronomía española entra en Europa

Hay una noticia del 3 de Noviembre último que ha pasado prácticamente inadvertida y que sin embargo tiene una enorme importancia para la ciencia española. Se trata de la aprobación por parte del Consejo de Ministros de la entrada de España en la Organización Europea de investigación Astronómica en el Hemisferio Sur (ESO, del inglés European Southern Observatory). El ingreso efectivo de España en este, el mayor organismo internacional de astronomía, está pendiente de la aprobación por el Parlamento, que debe producirse antes de finalizar 2006.

No estamos hablando de un hecho esporádico, sino de una muy necesaria y largamente deseada aspiración por parte de la ciencia española y posiblemente del hecho más importante acaecido en la Astronomía de nuestro país. Como gran instalación científico-técnica, los observatorios astronómicos de ESO, situados en Chile, configuran la más poderosa herramienta para la investigación del Universo desde tierra. Con los cuatro telescopios VLT, de ocho metros de diámetro cada uno, se puede llevar a cabo el más amplio abanico de investigaciones sobre el universo, gracias a la docena de instrumentos científicos diferentes que permitan analizar la luz recogida por estos cuatro colectores gigantes de luz. Es sin duda el complemento perfecto a las instalaciones que tenemos en suelo español, particularmente en Calar Alto y los observatorios de Canarias, con el Gran Telescopio Canarias (de 10 metros de diámetro) a punto de ver su primera luz. El uso combinado de los 4 VLTs con otros telescopios auxiliares en Cerro Paranal permite poner en práctica por primera vez la técnica denominada interferometría con la luz visible e infrarroja. Esta técnica, ampliamente usada con las ondas de radio desde hace décadas, abre desde ESO una nueva ventana para la obtención de datos astronómicos en muy alta resolución. Adicionalmente, ESO está construyendo el interferómetro ALMA, junto a EE UU y Japón, en el llano de Chajnantor, el más potente observatorio en el rango de las ondas milimétricas y submilimétricas. España mantiene ya desde hace años una colaboración con ESO en este proyecto.

Desde ya, todas estas potentes instalaciones forman parte integral de los instrumentos científicos propios de todos los astrónomos españoles, bajo la responsabilidad del Gobierno a través de su representación en ESO. Los primeros datos indican que nuestros investigadores están teniendo un éxito muy remarcable al obtener noches de observación en los telescopios de ESO, en régimen de concurrencia competitiva frente a nuestros colegas europeos, gracias a la alta calidad científica de las propuestas de observación.

Pero no han sido estos los únicos motivos por los que los astrónomos españoles hemos perseguido con ahínco la entrada de España en ESO como una de nuestras principales prioridades. ESO fue fundado en 1962, a rebufo del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) del que España fue socio fundador. La escasa actividad en investigación astronómica de la época no favoreció seguramente que la España pre-constitucional quisiera también embarcarse en esa otra aventura. A lo largo de los últimos casi 45 años, ESO ha pasado de los cinco miembros fundadores (Bélgica, Alemania, Francia, Holanda y Suecia), a albergar, ahora con la entrada de España, los 12 estados europeos con actividad importante en astronomía. El peso de la astronomía española ha crecido muy notablemente en este tiempo y en la actualidad representa más del 5% en el mundo y cerca del 10% en Europa. La Astronomía española no podía -no debía- continuar su crecimiento y evolución en este mundo tan competitivo y colaborativo, al margen de nuestros socios europeos.

Este espectacular crecimiento de la producción científica de la Astronomía española tiene sus puntales lógicamente en los propios científicos, pero también en los instrumentos de trabajo. A lo largo de estos años hemos aprendido a avanzar en la investigación científica y a obtener resultados de relevancia en el contexto internacional, como muestran todos los estudios. Nos falta, al igual que en otros ámbitos de la investigación, dar el salto ambicioso a liderar estos avances. Para ello necesitamos obviamente grandes científicos -que afortunadamente los tenemos en las nuevas generaciones-, pero también participar en la concepción, diseño y construcción de los más potentes recursos.

En este contexto, está claro que para romper las actuales barreras en la exploración del Universo desde tierra, va a ser necesario construir telescopios mucho mayores que los actuales, con diámetros en el rango de los 30 a 50 metros (los llamados ELTs, del inglés Extremely Large Telescopes). El reto tecnológico, y también presupuestario, que supone este sueño sólo será realizable en el marco de la colaboración entre muchos países. ESO es el paraguas en Europa para que este empeño sea realizable.XAVIER BARCONS

Xavier Barcons es profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Física de Cantabria (CSIC-Universidad de Cantabria) y Gestor del Programa Nacional de Astronomía y Astrofísica.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_