_
_
_
_
_
Análisis:ESTA SEMANA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El PA y Marbella

El PA está dispuesto a rectificar. Al estallar el escándalo de la Operación Malaya, que se llevó por delante a toda la representación andalucista en el ayuntamiento marbellí, su secretario general, Julián Álvarez, en el afán de poner tierra de por medio, trató en su día, con buen criterio, de desvincular a los inculpados con el partido. Disolvió la agrupación local, se desentendió de los asignados en nombre de su formación para la Comisión Gestora y anunció que no se presentarían a las próximas municipales en dicha localidad, a no ser que encontraran a candidatos de plena garantía. Se trataba de una medida drástica y realmente insólita que daba cuenta de lo escaldado que salía el PA de esta truculenta historia de corrupción aún por resolver en los tribunales. Para colmo, entre los detenidos no sólo figuraban cargos del partido, sino que, además, resultaba implicado el mismo cuñado de Álvarez, Jaime Hachuel, imputado por ser considerado un testaferro de Juan Antonio Roca, a quien servía como especialista en temas de seguridad.

De modo que, para evitar más sospechas, los andalucistas decidieron hacer tabla rasa y esperar a tiempos mejores. Sin embargo, ese planteamiento ha durado bien poco. En Córdoba, Álvarez ya ha anunciado que están pensando presentarse en Marbella. Justifica esta decisión en el hecho de que "hay personas interesadas en que se conforme esa candidatura". Así, sólo es cuestión de tiempo para conocer la resolución final aunque ya se apunta que, muy posiblemente, se atienda esa reclamación dado que "hay personas nuevas que quieren tirar para adelante".

El que consigan representación municipal, lo decidirán los ciudadanos con sus votos. No obstante, se debe considerar como absolutamente lógica la decisión de los andalucistas de concurrir en dichas elecciones con sus siglas. La ciudadanía no debe verse privada de una opción electoral por culpa de las fechorías cometidas por parte de unos desalmados que aprovecharon su presencia en la administración pública para hacer negocio propio. Se puede entender que la primera reacción fuera la de cerrar el chiringuito y marcharse pero, una vez pasado el tiempo, debe asumir su responsabilidad y confrontar su grado de credibilidad en las urnas. En todo caso, Álvarez ha condicionado cualquier paso en este sentido a la normalización política de Marbella. Cabe preguntarse si se ha llegado a ese punto y, sobre todo, si el PA ha encontrado ya a las personas adecuadas, no sólo para configurar una lista susceptible de confiar en ella, sino, además, capacitadas para reconstruir la estructura del partido en un enclave como Marbella que, no hay que olvidarlo, en su momento, fue clave para que Álvarez se hiciera con el control del andalucismo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_