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Un hombre perece en un accidente con su tractor a causa de las lluvias

Fuertes lluvias y viento en las provincias de Pontevedra y A Coruña

Las provincias de A Coruña y Pontevedra, y singularmente su litoral, volvieron a ser las más castigadas ayer por los efectos del temporal, que indirectamente se cobró la vida de un agricultor en el municipio de Barro. En muchos puntos se recogieron más de 60 litros por metro cuadrado desde la medianoche hasta última hora de la tarde y el viento llegó a alcanzar rachas de 130 kilómetros a la hora. La flota no salió a faenar y se repitieron las escenas de ríos desbordados y calles y bajos inundados en distintas localidades de las dos provincias.

Los temporales están incorporando en Galicia una característica que podría considerarse "anómala", según el director general de Protección Civil, Antonio Espinosa, y es la "descarga de mucha lluvia en poco tiempo", lo que provoca un natural aumentode las situacionesde emergencia.

La zona de Ferrol, en el norte, volvió a ser ayer una de las zonas más castigadas, con bajos y garajes inundados en el centro de la ciudad, y ríos desbordados y carreteras secundarias cortadas por el agua y los lodos en la comarca, con particular incidencia, de nuevo, en Serantes.

El resultado más dramático, sin embargo, se registró en Barro (Pontevedra), donde un hombre resultó aplastado por el tractor que conducía. El vehículo volcó al ceder el terreno por el que circulaba y que la lluvia había embarrado.

Puentes taponados

En Santa Comba (A Coruña) se registraron las mayores precipitaciones del día (71 litros por metro cuadrado) y en Noia los arrastres de las riadas llegaron a taponar los ojos de un puente, lo que provocó desbordamientos que inundaron bajos comerciales.

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Algo similar ocurrió en Santa María de Oia (Pontevedra), donde la riada con sus arrastres de troncos y piedras derribó un puente y estuvo cortada la carretera de Viladesuso. En Sabarís, el río Groba se desbordó ligeramente y anoche los vecinos permanecían en alerta tras apuntalar puertas y ventanas, temerosos de que se reprodujeran las inundaciones de días pasados.

En Vilagarcía permanecieron muchas calles inundadas durante casi toda la jornada, con los servicios de emergencia achicando agua en garajes y bajos comerciales, así como en algunas viviendas. La situación se repetía en Vilanova, donde varios coches quedaron atrapados por las corrientes y, con menos intensidad,en Cangas y Moaña.

Para hoy se pronostica una jornada más tranquila, con lluvias más intermitentes.

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