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Investidura del presidente de la Generalitat

Carod asegura que el nuevo Gobierno aplicará un catalanismo inclusivo

ERC destaca su apuesta por la política social

Enric Company

El que será vicepresidente del nuevo Gobierno catalán, Josep Lluís Carod, líder de Esquerra Republicana (ERC), dedicó su intervención en el debate a explicar que el Ejecutivo aplicará "un catalanismo social e inclusivo", con el objetivo de conseguir que las políticas de bienestar sean consideradas como elementos integrantes de la identidad nacional catalana. "Queremos ser el Gobierno de un pueblo que asume su condición de nación; con naturalidad, no como gesto de hostilidad hacia nadie", afirmó.

Carod definió el catalanismo como "el patriotismo de los catalanes por Cataluña" y consideró "normal" que sea, por lo tanto, el sustrato común a todos los partidos catalanes sin ser patrimonio exclusivo para ninguno de ellos. Tan normal, apostilló, "como la dimensión patriótica española en las Cortes o francesa en la Asamblea Nacional de Francia".

El dirigente republicano recordó que la primera formulación del catalanismo como "patriotismo social" es del federalista Narcís Roca i Farreres y data de finales del siglo XIX, hace ya más de un siglo. "No inventamos nada", dijo en el momento de concluir que a juicio de ERC la concreción de este catalanismo en la actualidad requiere concentrar los esfuerzos en las políticas de salud, de educación, de vivienda, de atención a las personas dependientes por razón de salud, edad o alguna minusvalía, a incrementar la competitividad de la economía catalana y de atender al reto que plantea la nueva inmigración.

Aunque Carod dedicó también una parte de su discurso a las políticas sectoriales, puso el enfásis, al principio y al final, en la descripción de ese catalanismo, del que dijo que impregnará como "lluvia fina" toda la acción de gobierno. El catalanismo de este Gobierno, dijo, "es integrador, inclusivo, moderno", un catalanismo que, procedente de "un país sin místicos, ni grandes capitanes, sólo puede basarse en la gente y ser al mismo tiempo el ascensor social que asegure lo que para muchos ha sido el sueño catalán".

Hablando ya en nombre de su partido, Carod explicó también que Esquerra tiene la pretensión de reformular el discurso catalanista para "ponerlo al día" y hacerlo viable en el mundo de la actual globalización cultural, económica. Para ello apuntó que debe "desplazar su centro de gravedad hacia el futuro en vez de hacia el pasado" y de "la conservación a la innovación". De esta forma estará mejor preparado, argumentó, para las ideas creadoras y la generación de identidades propias del siglo XXI. Y podrá abordar mejor la tarea de "repensar la nación y el Estado que tarde o temprano todos los países tendrán que afrontar".

La nueva inmigración

A emprender esta renovación impulsa la presencia en Cataluña de las nuevas migraciones. Como las anteriores, entre las que recordó que se encontraba su propio padre, la actual oleada inmigratoria es para el catalanismo, destacó, "una gran oportunidad nacional", una ocasión extraordinaria para "repensarnos y proyectarnos hacia el futuro".

Como no podía ser de otra forma, el candidato a la investidura, José Montilla, expresó su coincidencia con Carod en la apuesta por "un catalanismo inclusivo, de futuro, que sepa combinar los elementos identitarios y los sociales, un catalanismo de las personas, capaz de abrir puertas, no de cerrarlas".

Carod justificó la alianza de izquierdas como fruto de una coincidencia ideológica y programática entre los tres partidos de la izquierda. Y respondió a los ataques que el presidente de CiU, Artur Mas había dirigido antes a Esquerra. Mas había criticado a Montilla y al PSC por haber preferido pactar con un partido como ERC, que votó contra el Estatuto de Autonomía y contra el proyecto de tratado constitucional de la Unión Europea, en los respectivos referendos celebrado no hace mucho, en la pasada legislatura. "Tan malo debe de ser cuando son el partido socialista e Iniciativa como cuando el pacto lo hacen ustedes", replicó Carod aludiendo al intento que el propio Mas protagonizó después de las elecciones para conseguir una alianza de Gobierno y parlamentaria de CiU con Esquerra.

Pero a Carod, que se considera víctima de una persecución por parte de la derecha política y mediática, no le gustó que Mas recordara estos posicionamientos de ERC. Por esto le pidió que "no compita en la campaña contra Esquerra con determinados profesionales de ciertos medios de comunicación de Madrid".

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