Un aspirante con un plan de futuro para la izquierda

Líder del partido socialista holandés desde las elecciones de 2002, Wouter Bos, de 43 años, tiene en principio todo lo necesario en un aspirante a primer ministro. Es buen orador, es telegénico y asegura disponer de "un plan para el futuro escrito con los intereses de la gente en la cabeza".

De 2000 a 2002 fue secretario de Estado de Finanzas. Sin embargo, al principio de la campaña electoral dio la sensación de estar dispuesto a pactar con quien fuese, la derecha, o la izquierda, para recuperar el poder perdido por la socialdemocracia hace cuatro años.

Si bien es verdad que en un sistema político basado en las alianzas no es conveniente cerrar puertas, cuando los veteranos de su partido le recordaron que había que centrarse en el mensaje social, Bos pareció recuperar el rumbo. Algo esencial en un aficionado a un deporte tan solitario como el submarinismo, que buscó una frase tajante para zanjar el asunto de sus supuestas mudanzas electorales. "Una coalición con la democracia cristiana me parece lejana, pero no así un pacto de izquierda", aseguró.