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Vidal-Beneyto define los sesenta como "la metamorfosis total"

La Universitat de València inviste doctor 'honoris causa' al prestigioso sociólogo

Miquel Alberola

En la década de los sesenta se produjo "la metamorfosis total de España" y ésta definió los parámetros de lo que es la sociedad española en la actualidad. El sociólogo José Vidal-Beneyto desarrolló este postulado en el discurso pronunciado ayer en el paraninfo de la Universitat de València, donde fue investido doctor honoris causa tras la laudatio de Luis González Seara, quien lo hermanó con el humanista Juan Luis Vives por su "agudeza crítica".

Ayudado de un bastón y dos acompañantes que le facilitaron el movimiento por las escaleras del paraninfo, José Vidal-Beneyito (Carcaixent, 1927), hilvanó un esquemático, aunque profundo, discurso (Una década prodigiosa: los años 60 entre reformas y rupturas) sobre el momento y las causas que produjeron "la mudanza total de la realidad española" y su aproximación a las modalidades y normas de la actividad económica del mundo occidental.

Este nuevo rumbo, como consecuencia del acuerdo de 1953 con los Estados Unidos y el Concordato con la Santa Sede, y pese a las resistencias de buena parte del franquismo, desestancó la economía de las políticas autárquicas y malthusianas y marcó la estabilización con los dos factores más estructurantes y fundamentales del progreso económico: "Mayor abundancia con una mejor utilización laboral de la población activa y una aumentada disponibilidad de capital".

Los años sesenta, espoleados por la inflexión económica, acentuaron la desruralización y urbanización de España, originando una polarización positiva hacia los centros industriales y de servicios. Este extraordinario movimiento, según explicó el director del Colegio de Altos Estudios Europeos Miguel Servet de París, empujó de un modo tan radical los procesos de urbanización y terciarización que España consiguió, en apenas once años, una modificación profunda de la estructura de su población activa que a Francia le costó 70 años. Asimismo, destacó el hecho de que el 80% de los nuevos empleos fueran ocupados por mujeres.

La explosión turística, la emigración laboral permanente y las entradas de capital extranjero marcaron un ritmo de crecimiento anual medio del Producto Interior Bruto que sobrepasó el 6,5%, lo que supuso un aumento del 200%. Sin embargo, explicó el sociólogo, el franquismo no pudo lograr una legitimidad política en consonancia con la ideología del desarrollo, mientras que la oposición ganó visibilidad "gracias a la pugnacidad del mundo del trabajo" con Comisiones Obreras.

La sociedad experimentó más cambios en los sesenta y de mayor calado que en ningún otro momento. Esos cambios modificaron profundamente la estructura social y transformaron los valores y prácticas para acabar generando "un sistema en el que continuismo y renovación se funden en un solo conjunto que asume la herencia de la España tradicional incorporando muchas novedades del mundo moderno". "Todo lo que somos nos viene de esa década", vinculó Vidal-Beneyto, quien señaló que la aproximación del abanico de sueldos españoles al europeo produjo, además, la incorporación a la sociedad de consumo y el acceso al televisor, que fue definitivo para el cambio de valores. "La televisión fue un formidable instrumento socializador y homogeneizador. Hizo que andaluces y catalanes empezaran a parecerse", refirió.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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