Hasta norteamérica es demócrata
Venga ya
Sean cuales sean los cambios que van a producirse con la mayoría demócrata en el Congreso de Estados Unidos, nada puede alegrar más a los demócratas de corazón que la caída libre de un tipo como Bush
Ahora que Ciutadans se propone reconquistar Catalunya, y quien sabe si España entera, un tanto a la manera de los primeros cristianos, es precisamente la hora de no exagerar las cosas. Lo primero es que tan políticos catalanes como el resto son los que van en las listas de la agrupación, y lo segundo es que hasta a un por lo común ecuánime Félix de Azúa se le va la olla al celebrar los tres escaños ganados por sus amigos. Y así habla, en su blog, de los cientos de miles de votos conseguidos pese al complot mediático para ningunearlos. Ni son cientos de miles los votos de Ciutadans (poco menos de noventa mil, casi todos en Barcelona, y de ellos el 80 % depositados en la muy burguesa parte alta de la ciudad, circunstancia que da que pensar si se contrapone a la jovial desnudez del candidato), ni hay noticia de que periódicos de gran tirada nacional, emisoras episcopales y otras estridencias digitales hayan dejado de dar la vara en apoyo de estos estupendos chicos: veremos cuánto sube la factura del festín. A Azúa lo que es de Azúa, y a Pedro Jomeinez Losantos lo que le corresponde.
Disfraces
Comentaba el otro día en estas páginas la alegría electoral, y social, que supone la posibilidad de elegir en Catalunya a no menos de cinco candidatos con oportunidad de alcanzar el gobierno, una alegría estimulante que incluso se permite albergar la torna de los ciutadans/ciudadanos por Catalunya, que han tomado al pie de Savater aquello de que lo que importa es el individuo frente al malévolo Estado. Y pensaba, al hilo de esta no reflexión, que también aquí el Zaplana de los buenos tiempos estaba dispuesto a atender a todo el mundo, incluso cenó con Alfons Cervera y Ferran Torrent antes de acrecentar sus negocios en Madrid, y que Camps también hizo pinitos dialogantes antes de enclaustrarse en el gota a gota del agua, mientras que González Pons se hizo pasar por tolerante hasta que se destapa en lo que importa como eterno forofo del Amunt Valencia de una potente constructora. Arlequines por delegación.
América, América
En Estados Unidos los republicanos representan a esa derecha que aquí se podría denominar como tardofranquista, mientras que los demócratas alentarían opciones liberales que en Europa podrían pasar como de centro-izquierda. Vale. Nada puede alegrar más a un demócrata europeo que la pérdida de poder de Bush bis y de su partido, porque sólo un nuevo gobierno estadounidense puede repensar qué hacer en Irak y porque Ronald Rumsfeld es uno de esos asesinos disfrazado de político que por fin se marcha a su casa. En Latinoamérica ganan Lula en Brasil y Ortega en Nicaragua, se diseña un nuevo mapa político, y más allá de las reservas obligadas en función de una supuesta deriva castrista del subcontinente, no es necesariamente horrible que los ciudadanos voten a la izquierda, aunque estén equivocados. Más erró Vargas Llosa, y por ahí sigue.
La lluvia
Viendo en televisión las imágenes de Málaga inundada por la lluvia hay que templar el humor para no hacer la broma de que algunos miles de camiones-cuba bien podrían haber impedido que toda esa riqueza caída del cielo fuera a perderse al mar, por hacer una parodia de lo que nuestro gran presidente Camps formula sobre las crecidas del Ebro. Pero no es necesario ver la Andalucía anegada para decir que en Valencia caen cuatro o veinticuatro gotas y es como si estuviéramos en los barrios bajos de Nueva Orleáns cuando el Katrina. Allí se derrumbaron los diques, pero aquí ni siquiera se requiere de un acontecimiento tan estrepitoso para que todo quede inundado, sea imposible circular por las calles, los atascos habituales se multipliquen por diez, el deficiente asfaltado de viales y aceras hagan de las suyas, y todo ocurre como si los responsables municipales de esta pobre ciudad no supieran que a veces en otoño aquí llueve y que eso no es excusa para no prever la parálisis ciudadana.
Terrorismo
Todo induce a suponer que las posiciones democráticas no gozan de grandes adeptos en el ejército de Israel, de lo contrario ya me explicarán cómo se cuenta esa carnicería perpetrada en Beit Hanun, franja de Gaza. Lo cierto es que más allá de ese terrible episodio, el Estado de Israel se comporta como ese matón de barrio con pistola dedicado a amedrentar a los jovenzuelos que tiran de pedrusco o de navaja. El Gobierno habla de error y promete abrir una investigación, como si hubiera investigado la masacre de Sabra y Chatila o como si se hubiera tomado la molestia, en su hora, de frenar los paseos provocadores de Ariel Sharon. Ocho niños y siete mujeres muertas. Para nada.
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