La oportunidad de la reforma

Hay quien cuestionó en su día la supuesta inoportunidad de situar el debate en torno a la reforma del Estatuto de Andalucía a las puertas de las elecciones municipales. El referéndum podría suponer oxígeno para un PP que había centrado en dicha reforma buena parte de sus esfuerzos en desgastar al gobierno de Chaves que aparecía, desde el primer momento, como el principal impulsor de dicha operación. Sin embargo, hay que decir que tal vaticinio, fatalista y malicioso, no tiene posibilidad de acierto. La iniciativa para estos "mal pensados" no traería más que ruina para un PSOE andaluz que se vería forzado a nadar contra corriente para sacar adelante su reforma con el solitario apoyo de IU. En tales circunstancias, lo más probable era que los populares recobraran bríos en unas elecciones que se plantean como unas "primarias" de cara a las autonómicas. Un banco de pruebas en el que se comprobarían las verdaderas expectativas de Javier Arenas.

Este análisis, inspirado, tal vez, en el secreto deseo de que fracasaran los socialistas, se ha visto superado por la realidad. La incorporación del PP al acuerdo, y el respaldo unánime cosechado en el Congreso, ha cambiado radicalmente el escenario. El protagonismo adquirido por Arenas, en efecto, le va servir, sin duda alguna, como uno de sus principales estímulos para aspirar a unos mejores resultados en pueblos y ciudades. Se han sacado la "espinita" que tenían pero les queda ahora presentarse ante los electores como una fuerza lo suficientemente renovada y preparada para ensanchar su presencia en ayuntamientos y diputaciones.

En cuanto a Manuel Chaves, su liderazgo se ha agrandado aún más, tanto en Andalucía como en el resto del país, así como en el seno de su partido. La idea de abrir una profunda discusión en torno a nuestro futuro a través de la reforma del Estatuto, lejos de desestabilizar la vida política y social, la ha reactivado cobrando el presidente una nueva dimensión y dejando sin argumentos a aquellos que le critican hablando de un supuesto agotamiento de los socialistas en Andalucía. Desde luego que éstos no van dejar pasar la ocasión para rentabilizar al máximo su apuesta por el "si" como lo harán, también, los de IU, la fuerza útil, según asegura un satisfecho Diego Valderas, quien ha tenido la virtud de conducir su organización a territorios bien distintos a los de la marginalidad. De modo que, en la intensidad de la campaña que esta semana vamos a vivir, todos los partidos que están a favor de la reforma del Estatuto tienen que ganar, aunque otro tanto de lo mismo se puede decir del PA a tenor de lo contento que parece que está su secretario general, Julián Álvarez al quedarse, solos, abonados al "no".