Saura: "¡Me llamáis ahora que tenéis el acuerdo listo!"
Día de restaurantes y reuniones en pisos de muchos metros cuadrados y con servicio en el Ensanche barcelonés. El acuerdo PSC-ERC empieza a cocerse de mañana, como el sofrito de un estofado casero de domingo. Pero en la vivienda de la avenida Diagonal, zona de negocios, en que se reúnen Carod y Montilla, sólo hay comida fría.
Los líderes se dan cita en una sala; en otra, los dos triunviratos negociadores respectivos -ERC y PSC- intentan cerrar acuerdos. Primero hay que ver cómo pactar las discrepancias y que los debates no trasciendan; también hay que reforzar la autoridad del presidente. La vicepresidencia que los socialistas ofrecen a Carod carece de muchas de las competencias de que antaño disponía el consejero primero. Pero Carod pugna por ser único vicepresidente, sin ese acompañamiento de socialistas y ecosocialistas que el PSC sugiera.
Aflora la tensión al filo del mediodía. Las negociaciones penden de un hilo. El cargo de portavoz del Gobierno catalán concita discrepancia. Joan Puigcercós se incorpora a las sesiones. Asumirá la cartera de Gobernación. Montilla tiene tan claro como Puigcercós que quienes mandan en los partidos deben estar en el Gobierno.
La parálisis se reconduce. Se fragua un principio de acuerdo. Sobre las cuatro de la tarde, los negociadores se disponen a almorzar. Iceta pide sopa, más allá del despersonalizado catering que lo desazona. Lo consigue. Concluye el almuerzo. Deciden llamar al líder de Iniciativa, Joan Saura, que, acompañado por los dirigentes de su partido Francesc Baltasar y Jordi Guillot, llega a los pocos minutos. Botellas de cava y vasos de güisqui pueblan la mesa. El republicano Vendrell presiente una tormenta y retira algunas botellas de cava para que la mesa del salón comedor no dé la impresión de bodegón rococó. "¡Vosotros os sentáis a negociar, y me llamáis ahora que tenéis el acuerdo listo!", espeta el dirigente ecosocialista a los representantes de PSC y ERC. Saura revive las cuitas del rico Epulón y el mendigo Lázaro, la parábola de Jesús a los fariseos. "Soy el único que ha subido en número de votos, vosotros habéis bajado", agrega. Montilla ofrece la cartera de Justicia a Saura: "No me conformo con una consejería de pacotilla", afirma el líder de Iniciativa. "Bueno, ya lo arreglaremos", pastelea Montilla.
Iniciativa pide inútilmente una vicepresidencia, pero ahora hay que prepararse para la puesta de largo. Esquerra desea celebrar un acto público notificando su intención de constituir un Gobierno de izquierdas. Carod toma la palabra a las 20.30 en la sede de su partido y da lectura al texto cuyas líneas generales conocen los aliados. Carod anuncia públicamente que habrá Gobierno d'entesa.
Pero aún quedan flecos. El restaurante La Provença acoge esa noche a Montilla y Saura, y el socialista le lanza el envite de Interior. "Que tengan una consejería de las que no son para figurar, sino para tomar decisiones impopulares", interpreta un dirigente del PSC. Saura pide la noche de margen para pensarlo.
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