Un 4×4 versátil y diferente con siete plazas

El Tribeca es el primer todoterreno de Subaru, una marca japonesa especializada hasta ahora en fabricar turismos con tracción 4×4. Este nuevo modelo aprovecha la experiencia para postularse como alternativa a los grandes todoterrenos de lujo que triunfan en todo el mundo (Porsche Cayenne, VW Touareg, Audi Q7...). Reúne argumentos para lograrlo, como una imagen innovadora, un interior con siete plazas y un equipo de serie espectacular. Pero presenta también carencias importantes que frenarán las ventas en Europa, como una gama limitada a un motor de gasolina y sin ningún turbodiésel. Sin embargo, es un todoterreno moderno y diferente que destaca por su originalidad estética, y aunque tiene unos precios altos (desde 44.900 euros), es más asequible que otros competidores e incluye muchos extras que en sus rivales se pagan aparte.

Grande y vanguardista

El Tribeca es el único Subaru que se produce en Estados Unidos y refleja los gustos norteamericanos. La línea es original y no recuerda a ningún otro coche, pero lo importante es que tiene presencia para no desentonar frente a la imagen y poderío estético de los 4×4 más exclusivos. Y al igual que ellos, es un todoterreno ligero de asfalto (sin reductora) que busca el confort y el sentido práctico.

Destaca el diseño del frontal, con un parabrisas que prima la aerodinámica y los faros en alto. Pero lo más llamativo es la parrilla, que se funde con el parachoques y consta de una rejilla vertical con el escudo de Subaru y dos entradas de aire a los lados con forma de alas. En el lateral sobresalen los resaltes de las aletas y el nervio que recorre la base de las ventanillas, dos detalles que realzan el carácter. Y la zaga es también peculiar, porque prolonga el nervio del lateral por debajo de la luneta para integrar los pilotos en alto.

Siete plazas en tres filas

El conjunto combina una imagen moderna y sofisticada con un toque deportivo que estiliza la figura y no parece tan voluminoso como otros 4×4 de su tamaño. Pero sobre todo aporta una personalidad innegable.

Mide 4,85 metros de largo y, aunque es grande, no llega al tamaño del Audi Q7 (5,09 metros) y se aparca sin problemas en los garajes europeos. Su generosa longitud permite alojar a siete pasajeros en tres filas (2+3+2). Las dos plazas de delante son cómodas, las tres de la segunda fila se regulan en longitud e inclinación, y las de la tercera no están tan bien resueltas: el acceso es incómodo y falta espacio para las piernas. En cambio, el diseño del salpicadero, que integra en una pieza la consola central y la del cambio, es muy moderno y atractivo. Y tanto la calidad de materiales como los ajustes y acabados crean un ambiente vistoso y cuidado y aportan un gran sentido práctico en el uso familiar (ver página 23).

Por lo demás, aunque el motor es perezoso al acelerar, viaja a buen ritmo en todos los trazados, incluidas pistas de tierra. Y circula en silencio y con comodidad.

Versión única y tres acabados

El modelo sólo se vende con un motor 3.0 de gasolina y cambio automático secuencial de cinco marchas, y al menos hasta 2009 no habrá turbodiésel. Los precios son altos y hay tres acabados. El Classic (44.900 euros) incluye seis airbags, ABS, ESP, asientos delanteros eléctricos, cinco plazas, climatizador, control de velocidad, llantas de 18 pulgadas, radio-CD con cargador y MP3, y todo lo habitual. El Limited (49.900) añade tapicería de cuero, navegador con DVD y cámara trasera para aparcar. Y el Limited Plus (52.900) suma climatizador y pantallas de DVD para las plazas traseras y la tercera fila de asientos.

Conclusión

El Tribeca es un todoterreno original para quienes buscan un familiar amplio y polivalente y no recorren muchos kilómetros. Sólo se vende con motor de gasolina, pero ofrece una estética diferente, siete plazas y un buen maletero. Y aunque las prestaciones son sólo correctas, incluye un completo equipo de serie y es más asequible que otros 4×4 similares.