Ferran Adrià triunfa en Alemania
El cocinero y propietario de El Bulli recibe en Berlín el premio de diseño Lucky Strike
La cocina es diseño gracias a Ferran Adrià, el gurú de la comida vanguardista que decora las mesas de su restaurante El Bulli, en Cala Montjoi, cerca de Roses, Girona, por ejemplo, con caviar de aceite de oliva. La Raymond Loewy Foundation concedió ayer a Adrià en Berlín el premio de diseño Lucky Strike, uno de los más prestigiosos de Europa y, con 50.000 euros, el mejor dotado.
Entre los galardonados anteriormente figuran Philippe Starck, Donna Karan, Michael Ballhaus y Karl Lagerfeld. Adrià, investigador y creador de nuevas experiencias culinarias, como resultado de la innovación tecnológica, se quedó impresionado de esta lista de nombres cuando se enteró del premio que recibió en la Komische Oper. Era "indispensable que algún día pudiera estar al lado de estas personas", comentó Adrià ayer a la prensa. Interpretó el cocinero, también galardonado por el jurado de Madrid Creatividad 2006, que el premio Lucky Strike "es la aceptación de la cocina como un hecho cultural creativo". Ello es posible porque "comer ya no es simplemente una necesidad en el mundo occidental", aclaró.
El presidente del jurado de la fundación Raymond Loewy, Johann Tomforde, contó a la prensa que los miembros del jurado suelen observar "varios años a los candidatos para el premio". Se alegró Tomforde de que el sujeto premiado sea este año diferente al diseño clásico. "Todo lo que aparece sobre las mesas y se utiliza para decorarlas ha sido distinguido en algún momento por su originalidad creativa, pero jamás se consideró lo que inventan los cocineros con su magia" en el ámbito del diseño, según señaló Tomforde. Destacó, además, que los resultados de la imaginación creativa de Adrià "no son mesurables" y que sólo se trata de valorar su "atractivo, singularidad y capacidad de aumentar el placer de la gente".
La celebración de la cocina como arte efímero queda de manifiesto en la invitación de la Documenta de Kassel que recibió el jefe de El Bulli, en cuyo taller gastronómico trabajan 10 creativos. Este acontecimiento artístico es considerado una especie de termómetro de las tendencias artísticas actuales. Adrià quiso acabar ante este reconocimiento por parte alemana de su mezcla de ciencia, arte y cocina con los prejuicios que se tiene de los alemanes, que no saben de gastronomía. "Dos de las experiencias más importantes de mi vida profesional -el premio Lucky Strike y la Documenta- tienen que ver con Alemania", señaló Adrià. La creación del artista de la cocina para Kassel es un misterio que no quiso revelar hasta el día oficial de la presentación, el 13 de junio próximo.
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