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Siniestralidad laboral en las obras públicas

Cuatro obreros heridos en el tajo de la M-30

Una estructura de hierro cayó sobre los operarios cuando construían uno de los túneles junto al río

El derrumbe de una estructura de ferralla dentro de las obras de construcción de un túnel en la M-30 casi termina ayer en tragedia. Cuatro obreros resultaron heridos -uno de ellos está en estado crítico- al caerles encima la maraña de hierro. El accidente tuvo lugar en las obras de soterramiento de la M-30 a la altura del puente de Segovia. El herido más grave es Rachid Lockia, marroquí de 39 años, que anoche se debatía entre la vida y la muerte en el hospital Clínico. Desde que empezaron las obras de la M-30, en septiembre de 2004, han muerto cinco trabajadores. Los sindicatos denuncian la falta de medidas de seguridad y "las prisas" del Ayuntamiento; el gobierno municipal replica que en esta obra el índice de siniestralidad es mucho menor que en el resto de la región.

A las 9.30 de ayer, un grupo de cinco obreros -un español, tres ecuatorianos y un marroquí- se encontraba dentro del túnel que soterrará la M-30 a la altura del puente de Segovia. Los cinco operarios estaban trabajando en el suelo del túnel por el que luego circularán los coches. A la vez, otros 15 obreros, también dentro del subterráneo, trabajaban en la colocación de una estructura de ferralla. De repente, la estructura cedió y cayó encima del primer grupo de cinco trabajadores (véase el gráfico de la página siguiente).

La peor parte se la llevó Rachid Lockia, de 39 años, que está ingresado en estado crítico. Sufrió un fuerte golpe en la cabeza y asfixia por aplastamiento. El resto de los heridos son: Dalton Marcen Venalcázar Valarezo, ecuatoriano de 22 años que fue ingresado en urgencias del Clínico con contusiones leves; Nino Francisco Mendieta Pineda, ecuatoriano de 27 años, hospitalizado en el Doce de Octubre con rotura de pelvis y de la tibia y el peroné de la pierna derecha; y Héctor González, ecuatoriano de 22 años, que fue ingresado en la clínica de la Concepción, según informó Emergencias Madrid.

Con ellos estaba también en el momento del accidente otro operario que logró salir ileso y por su propio pie: el español Jesús Cabello. "Yo estaba sólo a cinco metros cuando he oído un ruido horrible, como si se hubiese hundido el túnel. Enseguida he corrido a ayudar a los heridos, que estaban gritando atrapados entre los hierros", contó Christian, otro empleado ecuatoriano.

El tramo de la obra donde ocurrió el siniestro está siendo ejecutado por la Unión Temporal de Empresas (UTE) Ferrovial-Castillejos. Esta UTE, a su vez, tiene contratadas a dos subcontratas -Moanca y Tegocentro-, empresas para las que trabajaban los obreros heridos.

Sobre las causas por las que la estructura de ferralla se vino abajo, el director general de Infraestructuras del Ayuntamiento, Manuel Arnáiz, contó que habían cedido "los elementos metálicos que sujetan la ferralla". En el Consistorio manejan la hipótesis de que los elementos estuviesen mal anclados o que la pluma de una grúa pudiera haber golpeado y desestabilizado la ferralla. Y ¿por qué había dos grupos trabajando de manera simultánea, uno encima del otro y manipulando toneladas de ferralla? "Siempre se ha hecho así, pero si el motivo del accidente ha sido que no había suficiente espacio de seguridad entre los trabajadores, cambiaremos el protocolo de trabajo", aseguró Arnáiz.

Desde que comenzaron las obras de la M-30, en septiembre de 2004, han muerto cinco trabajadores y se han registrado siete accidentes graves y 644 leves, según reconoció hace un mes a este periódico la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, que se defiende alegando que el índice de siniestralidad en la M-30 es la mitad que en el resto de la región.

Los sindicatos CC OO y UGT denunciaron la precariedad en la que trabajaban los heridos. "Una vez más se da el modelo de siempre: obreros contratados por subcontratas y haciendo jornadas interminables", afirmaron Daniel Barragán y Domingo Martínez, de CC OO y UGT, respectivamente. "El Ayuntamiento quiere terminar a toda prisa la obra de la M-30 por motivos electorales", agregaron.

Los familiares de los heridos reclamaron más medidas de seguridad y afirmaron que los obreros trabajan "entre 14 y 16 horas". "Están trabajando dentro del túnel como ratas, totalmente agachados porque tienen la ferralla por encima. Y no hay medidas suficientes de seguridad. Todo por las prisas que tienen las empresas y el Ayuntamiento en acabar", denunció Douglas, hermano de Nino Mendieta y que también es obrero en la M-30. "Mi hermano sale a trabajar a las ocho de la mañana y hay días que no vuelve hasta pasada la medianoche. Cobra seis euros la hora, pero sólo llevaba 15 días trabajando y apenas ha cotizado a la Seguridad Social para cobrar la baja", señaló.

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