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Reportaje:

Películas para mayores a un euro

Los espectadores de más de 60 años disfrutan de un precio especial en el cine los martes hasta el próximo mes de marzo

Daniel Verdú

Los mayores no van al cine. No quieren, no pueden, no les interesa... El caso es que, según la Federación de Cines de España, quienes asistieron en las gigantes salas de antes a los primeros papeles de James Dean o Katharine Hepburn poco saben hoy del aspecto que tienen Scarlett Johansson o Matt Damon, o de la realidad fragmentada del multicine. Pero, a partir de hoy, los mayores de 60 años tienen 16 oportunidades -cada martes, hasta el mes de febrero incluido- para ponerse al día por sólo un euro.

La medida, propuesta por el Gobierno Regional y secundada por el Ayuntamiento de Madrid y la Federación de Cines, no parece que mate de alegría a sus beneficiarios. "Clama al cielo tanta frivolidad. El 60% de las pensiones está por debajo del umbral de la pobreza, 20.000 mayores esperan tener una plaza en una residencia y cada tres días muere un anciano en Madrid abandonado en una casa", denuncia Luis Fernández, presidente de la Asociación de Mayores Pablo Iglesias. "El martes, al cine a entretenerse, y luego a morirse a casa", añade. Lo dice, claro, porque no fue al cine a ver Cocoon.

"Esto revela que las pensiones son bajas y no dan ni para el cine", dice Eduardo Rodríguez

El día elegido para que los mayores recuperen el gusto por el celuloide y las palomitas es el martes, la jornada semanal en la que hay menos público en las salas. "Ellos tienen todo el tiempo libre y les da igual el día de la semana", dicen fuentes de la Comunidad, refiriéndose sólo a los jubilados. El presupuesto de la operación es 1.100.000 euros, repartidos entre el Ayuntamiento y el Gobierno regional en un 65% y 35%, respectivamente. La Federación de Cines Española colabora con la "disponibilidad", el abaratamiento de la entrada y la coordinación del proyecto. Todo el presupuesto va destinado a publicitar la medida.

"Me parece muy paternalista. Si tuviéramos buenas pensiones, no haría falta que nos invitasen a nada. Ya decidiré yo en que me gasto el dinero. No estoy en contra de la medida, yo soy el primero que iré el martes al cine, pero lo único que revela todo esto es que nuestras pensiones son demasiado bajas y no podemos ni pagarnos el cine", denuncia Eduardo Rodríguez, presidente de la Confederación Española de Organizaciones para Mayores.

La mayoría de los cines de la Comunidad se ha adherido al proyecto pensado por la consejería de Familia y Asuntos Sociales. Se realizará en 511 salas de 55 cines, un 98% de las existentes; 29 cines en la capital, incluidos los que proyectan películas en versión original, y el resto distribuidos por el territorio de la Comunidad.

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"Es un homenaje que queremos rendir a la gente mayor", dicen desde la federación de cines. Un homenaje puntual, porque, en principio, como le cojan el gusto a eso de ir al cine los martes, a partir de marzo (cuando expira la iniciativa) los mayores tendrán que volver a tirar del carné de jubilado para obtener el habitual y escaso descuento (entre 1,20 y 1,50 euros en la mayoría de salas).

"Los mayores están abandonados en la Comunidad de Madrid. ¿Y en el Ayuntamiento? ¿Cuántos hay tomando decisiones en el Consistorio?", se pregunta Luis Fernández. En la Comunidad no entienden esas críticas. "Una cosa no tiene que ver con la otra. Esto no supone apenas inversión. Con este dinero no hubiéramos construido una residencia. Este proyecto no impide realizar otras cosas. Es un añadido", dicen.

Hoy se presenta la iniciativa en el cine Palafox con la proyección de la comedia Un buen año, de Ridley Scott. Y por la tarde, el que quiera y pueda demostrar que asistió al paso del cine en blanco y negro al de color, podrá ir a cualquiera de las 511 salas a contemplar a los nuevos héroes de la posmodernidad.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

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