Detenido por apoyar a terroristas de Irak un acusado del 11-M en libertad bajo fianza
Falsificó documentos para los suicidas de Leganés Jamal Ahmidan y Abdenabi Kounja
La policía detuvo ayer en Madrid a un egipcio y a tres argelinos acusados de falsificar documentos para facilitar el retorno a Europa, a través de España, de combatientes en Irak contra las tropas de EE UU. Uno de los detenidos es Nasreddine Bousbaa, procesado por el 11-M, que estaba en libertad bajo fianza desde el 16 de febrero de 2005. Este argelino, para quien el fiscal pide 18 años de cárcel por colaboración con la masacre de Madrid, es el supuesto autor de los documentos falsificados que usaron Jamal Ahmidan, El Chino, y Abdenabi Kounjaa, dos de los suicidas de Leganés.
Los detenidos supuestamente integraban una trama delictiva dedicada a la falsificación de documentos oficiales para dar "cobertura a presuntos muyahidines [combatientes], que intentarían introducirse en territorio español, después de haber combatido en Irak", según el Ministerio del Interior. El grupo, además, se dedicaba a facilitar el tránsito de dichos combatientes por la UE.
Los detenidos, residentes en Madrid, son Sayyer Beder Mejajer, alias Mujahed, nacido en Dakhalia (Egipto), de 58 años, con domicilio en el número 10 de la calle de Santa Teresa; Nouredine Yenadi, Kamal, nacido hace 35 años en Oued (Argelia) y residente en el 14 de la calle del General Lacy; Abdelkader Amará, natural de Mostagamem (Argelia), de 38 años, que vivía en el número 38 de la calle de Canarias; y Nasreddine Bousbaa, Naser, argelino de Constantina, de 45 años, con domicilio en el número 6 de la calle del Marqués de Cubas, según fuentes policiales.
Los cuatro domicilios citados fueron registrados por agentes de la Comisaría General de Información, que se quedaron sorprendidos por la cantidad de documentación hallada en la casa de Bousbaa. Los funcionarios se han incautado de 21.600 euros en efectivo, dos ordenadores portátiles, útiles para la falsificación de documentos (punzones, lupas, disolvente gráfico, lijas, bisturíes, cuchillas), documentos ya falsificados (como una tarjeta de residencia de extranjeros española y una carta de identidad italiana), así como fotocopias de pasaportes y tarjetas de residencia que iban a ser empleados para nuevas falsificaciones.
La operación Suez, llevada a cabo a las órdenes del juez Juan del Olmo, titular del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, vuelve a poner de manifiesto la utilización de España como base logística para el envío de combatientes a Irak y como zona de paso para su descanso tras luchar en el país. Uno de los detenidos, Nasredinne Bousbaa, ya fue detenido el 1 de julio de 2005 por falsificar documentos para la célula terrorista que perpetró el 11-M, con la que estuvo en contacto telefónico hasta la tarde antes de los atentados, cuando el grupo se encontraba concentrado en la casucha de Chinchón, donde se montaron las bombas del atentado.
En el piso de Leganés
Cuando fue detenido en aquella ocasión, Bousbaa admitió que en enero de 2004 falsificó dos pasaportes y un carné de conducir españoles para Jamal Ahmidan, el Chino, y Abdennabi Kounjaa. Los pasaportes lucían las fotos de los citados, pero las identidades a cuyo nombre estaban eran falsas. Los documentos fueron hallados en las ruinas del piso de Leganés en las que se suicidaron los antedichos con otros cinco islamistas autores del 11-M. Se trataba de un pasaporte a nombre de Mohamed Mohamed Ali (quien había denunciado el robo de su pasaporte en Ceuta en diciembre de 2003), que lucía la fotografía de Kounjaa y fue exhibido cuando éste alquiló un piso en Albolote (Granada); otro pasaporte a nombre de Mustafa Mohamed Larbi, pero con la foto de el Chino; y un carné de conducir español que también lucía la foto de Jamal Ahmidan.
Bousbaa fue puesto en libertad provisional con fianza el 16 de febrero de 2005 por el juez Del Olmo, a pesar de que fue una de las últimas personas que estuvo en contacto telefónico con Jamal Ahmidan antes de los atentados. El juez subrayó al encarcelarlo lo "significativo" que era que "entre los días 7, 8, 9 y 10 de marzo, a través de tres teléfonos utilizados por miembros de la referida célula, se efectúan nueve llamadas telefónicas al imputado [Bousbaa]".
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