L'Horta Nord se une contra el trazado del AVE porque rompe la comarca

Los alcaldes de l'Horta Nord han decidido, finalmente, hacer un frente común contra el trazado del tren de alta velocidad (AVE) entre Valencia y Castellón a su paso por la comarca. La unión, que sólo ha sido posible ahora que el trazado está aprobado, llevó ayer a 12 alcaldes de todos los signos políticos a marcar el inicio de acciones conjuntas. El objetivo es "que la iniciativa no sea una realidad", dijo Vicent Ahuir, alcalde de Meliana, uno de los pueblos que ha liderado la oposición al proyecto y que promovió una alternativa que ahora piden se tome como punto de partida.

La alternativa alejaba el trazado y lo desplazaba hacia el oeste

Salvar una parte de la huerta y evitar la desvertebración de la comarca es el objetivo de los 12 alcaldes que ayer se reunieron en el barrio de Roca-Cuper de Meliana, uno de los núcleos urbanos más afectado por el trazado del AVE. El trazado afecta a nueve municipios -Alboraia, Meliana, Foios, Albalat dels Sorells, Albuixec, Massamagrell, Pobla de Farnals, El Puig y Puçol- y recorre serpenteante la comarca. El trazado supondrá la construcción de un muro que alcanzará en poblaciones como Albuixec y Puçol casi 10 metros de altura. Los alcaldes rechazan estos planes y sostienen que aísla los núcleos urbanos del mar, y genera barreras arquitectónicas negativas en términos paisajísticos y que incrementan el riesgo de inundaciones. A la reunión de ayer acudieron también cuatro municipios que no están afectados. Otros, como Almàssera, faltaron.

La unión se produce ahora, aunque el proyecto no es nuevo. Contrariamente a lo ocurrido en l'Horta Sud, donde el proyecto de AVE despertó una oposición temprana, en esta comarca la postura ha tardado en ser común. Meliana encabezó la oposición, desde 2002, contra los planes y llegó a presentar con Foios y Alboraia un trazado alternativo como alegación al estudio informativo del Ministerio de Fomento, entonces en fase de exposición pública. La alternativa alejaba el trazado de estos municipios y lo desplazaba hacia el oeste. En el tramo Valencia-Castellón, el AVE partiría de una estación intermodal junto al aeropuerto de Manises y a partir de ahí planteaba dos posibilidades: la primera conectar con el by-pass y seguir por Paterna hasta enlazar con el trazado oeste de la línea. La segunda discurría por el oeste de l'Eliana y desembocaba en el mismo punto. La alternativa no fue considerada y está pendiente de una sentencia del Tribunal Supremo. Mientras, el 3 de julio de este año se aprobó definitivamente el trazado, lo que obliga a los municipios afectados a plantear otro tipo de medidas.

Los alcaldes de l'Horta Nord -entre los que había representantes del PP, del PSPV-PSOE, de EU y del Bloc- han empezado casi de cero. Ayer mantuvieron la primera reunión de la que salieron varios compromisos. Mañana, los alcaldes de Meliana, Alboraia, Foios y Puçol se reunirán en representación de los demás con el delegado del Gobierno, Antoni Bernabé, y solicitarán reuniones con la Generalitat y el Ministerio de Fomento. Foios y Meliana, por su parte, ya han decidido presentar un recurso contencioso-administrativo contra el trazado, un paso que los restantes ayuntamientos plantearán antes de diciembre, cuando acaba el plazo legal. En el caso de Alboraia, el trazado aún está en periodo de alegaciones. Los ayuntamientos quieren una alternativa a este proyecto y aunque saben que la opción defendida por Meliana no se puede aplicar por completo "porque en cuatro años la situación orográfica ha cambiado", afirma Vicent Ahuir, podría atenderse con modificaciones. Ahuir insistió en que la alternativa es más económica y menos agresiva. De no considerarse, los alcaldes buscarán todas las mejoras posibles.

El acceso sur del AVE entre Madrid y Valencia, cuyo trazado fue aprobado en 2001 por Fomento, creó uno de los movimientos asociativos más activos de l'Horta Sud. En 2003, un total de 482 entidades de la zona rechazaron un AVE en superficie y se adhirieron a la lucha que 20 instituciones habían emprendido años atrás. La firme oposición ciudadana culminó con las concesiones que el ministerio aprobó en la negociación que mantuvo con una delegación socialista valenciana. Aunque no se modificó el trazado original, los cambios pactados redujeron el impacto. La altura de la vía se rebajó cinco metros y se acordó crear un pasillo verde paralelo al tramo.