El festival de títeres se transforma para integrar todos los lenguajes escénicos no convencionales

Nuevo rumbo para el tradicional Festival Internacional del Teatro Visual y de Títeres. Treinta y tres años después de su creación, el evento se transforma para adaptarse a una nueva realidad, la proliferación de espectáculos creados mediante lenguajes no convencionales en el mundo de la escena, y el cambio de nombre es la primera manifestación de la metamorfosis. En su nueva edición, que se celebrará del 10 al 19 de noviembre en el Institut del Teatre, el Teatre Lliure y el Mercat de les Flors, se presenta como NEO (Noves Escenes Obertes).

El subtítulo de NEO (www.festivalneo.cat) ya es en sí mismo clarificador de la amplitud del contenido: Festival internacional de dramaturgias plásticas, de la imagen, nuevas tecnologías, títeres y objetos de Barcelona. El estímulo a la creación (con ocho coproducciones) y el intento de crear circuitos de exhibición son dos de los faros guía de este cambio de etapa del festival, cuya dirección asume Jordi Fondevila.

Los siete estrenos mundiales y 14 estatales incluidos en la programación ponen de manifiesto la voluntad de los responsables del NEO de convertirlo en escaparate de lo más nuevo que se está gestando en este territorio vasto y multidisciplinar comprendido entre el teatro de texto y la danza.

Los frutos escénicos de este mestizaje que podrán verse en Barcelona son múltiples (entre ellos los de siete grupos procedentes de Francia y Holanda). La compañía 111/ Phil Soltanoff utiliza el vídeo, la danza, los objetos, la magia, las sombras chinas, la música y los efectos de sonido para hablar del espacio y de la relación entre lo cotidiano y lo universal en Plus o moins l'infini. Las mismas herramientas sirven a Álex Serrano para desarrollar el tema de la culpa en Mil Tristos Tigres. Gisèle Vienne recurre a unos maniquís de 1,80 metros a modo de marionetas en I Apologize, un espectáculo basado en la palabra pero con gran influencia coreográfica que explora emociones relacionadas con el erotismo y la muerte.

Cabo San Roque convierte a una serie de autómatas en personajes de su Música a Màquina; Kulturprozent busca recrear en escena la realización de una película en directo a partir de elementos como la tecnología, el vídeo, el trabajo del actor, las sombras y la manipulación de objetos. Los títeres forman parte de la gramática narrativa de Compangie à, que en L'Ôbservatoire Crosporg trabaja también el clown, el teatro de objetos, el cine y el teatro visual que escenifica un congreso secreto sobre las armas más nuevas y absurdas del futuro.

Hotel Modern utiliza una enorme maqueta a escala de Auschwitz para recordar el brutal genocidio en Kamp a partir de una combinación de interpretación actoral, música, animación y arte visual en la que los actores se mueven en escena como reporteros de guerra gigantes. Kònic Teatro estrena una ópera electrónica de cámara que incorpora la comunicación interactiva.

El festival NEO acogerá también una serie de actividades paralelas encaminadas a favorecer el intercambio artístico entre creadores y abrir caminos a la difusión de este tipo de espectáculos nacidos de la experimentación y la fusión de lenguajes. Para esta edición, el festival cuenta con un presupuesto de 338.500 euros.