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Los contratos fijos marcan un récord histórico en octubre

La reforma laboral impulsa un aumento de los indefinidos, aunque sube el desempleo

Lucía Abellán

La contratación fija vivió en octubre su momento más propicio. Los 239.673 contratos indefinidos contabilizados el mes pasado representan la mejor cifra del registro, que data de 1985. La reforma laboral que entró en vigor en julio es la principal responsable de ese dato, que, sumado al de los tres meses anteriores, arroja el mejor balance de empleo indefinido. La otra cara del mercado laboral es que el paro subió en octubre en 26.670 personas.

El sector servicios ha sido el principal responsable del alza del paro en octubre. El fin de las actividades más ligadas al turismo envía al desempleo a un buen número de trabajadores. El otro grupo más numeroso entre los nuevos parados corresponde a quienes buscan su primer empleo, según los datos de los servicios públicos de empleo que divulgó ayer el Ministerio de Trabajo. La mayoría suelen ser estudiantes que han terminado su formación.

Pese a ser un mes malo, este octubre ha resultado menos desfavorable que otros. Son los mejores datos registrados en ese periodo desde 2000, aunque sitúan el total de parados de nuevo al borde de los dos millones (1,99 millones). En el último año, la evolución ha sido positiva, con una caída del 2,9%.

Hombres y mujeres

Las mujeres siguen conformando el grueso de los parados (casi el 62%). Las grandes diferencias entre hombres y mujeres se producen a medida que aumenta la edad. Por debajo de 25 años están muy igualados, pero a partir de ahí las diferencias son muy marcadas.

Más allá de los parados, el dato más significativo de octubre se encuentra en los contratos. Se ha producido la mayor cifra de contratos desde que existe este registro y también el mayor volumen de indefinidos (239.673). Éstos representan el 13,1% de todos los firmados, una cifra que, aunque pobre, es la mejor nunca alcanzada y supera cuatro puntos la de hace un año.

Los datos están muy afectados por la reforma laboral que pretende fomentar el empleo estable con bonificaciones y rebaja de cotizaciones. Entre julio y octubre se han firmado ya 691.332 contratos fijos (420.371 de ellos directamente ligados a la reforma), con un crecimiento del 57%. No obstante, si se tienen en cuenta las jubilaciones y otros motivos por los que se pierde o se deja el empleo, el saldo de contratos fijos entre junio y septiembre asciende a 221.869, según explicó ayer el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez.

En Seguridad Social, el número medio de afiliados aumentó en 95.368 en octubre. La cifra es más baja que en meses anteriores una vez que ha desaparecido el efecto de la regularización de inmigrantes de 2005.

En la zona euro, el paro se mantuvo estable en septiembre en el 7,8%, según datos de Eurostat, la oficina estadística comunitaria. La tasa coincide con la española.

Desempleados reales o aparentes

No todos los parados que figuran en el registro de los servicios públicos de empleo están dispuestos a incorporarse a un trabajo ni tienen las mismas posibilidades de hacerlo. Ésta es al menos la tesis del Ministerio de Trabajo, que ha elaborado el llamado índice de ocupabilidad (es decir, la probabilidad de convertirse en ocupado) con el fin de depurar las cifras. El resultado es que la mitad de quienes figuran en el registro tienen baja o muy baja probabilidad de encontrar un empleo. De los 1,9 millones de desempleados, el 47% se encuadra en una de esas categorías, según las cifras que presentó ayer el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez. "Buena parte de ellos son los prejubilados que están en situación de paro hasta que empiezan a cobrar la jubilación", explicó.

Un parado tiene menos posibilidades de encontrar un empleo cuanto más tiempo lleve en el registro, cuanto más limitado sea el ámbito geográfico donde busca y cuantas menos profesiones demande. También influye el tipo de prestación que recibe. En la práctica, las mujeres, los mayores y los parados con menor nivel de estudios encontrarán más dificultades para salir de su situación.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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