El túnel del AVE bajo el cerro de San Pedro ya ve la luz
Los técnicos logran unir dos tramos de la galería donde quedó atrapada una tuneladora
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha puesto las obras de la nueva línea entre Madrid y Valladolid a máxima velocidad para no dejar en evidencia a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, que mantiene que la línea entrará en servicio antes de que concluya 2007.
Horadado el Guadarrama, una vez resueltas las entradas en las capitales madrileña y vallisoletana y en plena construcción una nueva estación en Segovia -la línea está ejecutada en un 76%-, los técnicos podrían haber trabajado con más holgura de tiempo, pero surgió un problema: una tuneladora quedó atrapada bajo el cerro de San Pedro, en Colmenar Viejo. Allí se perforaban dos galerías de 8,5 kilómetros cada una.
Magdalena Álvarez culpa al anterior Gobierno del PP de haber cometido errores por utilizar tuneladoras de las llamadas "abiertas" (con un escudo delantero de seis metros y unos 300 metros de longitud) en vez de las conocidas como de "doble escudo", como las que se emplearon para perforar la sierra de Guadarrama, mientras que algunos técnicos se defienden argumentando que es imposible detectar el grado de dureza de la roca al cien por cien, "porque es como abrir un melón: no sabes lo que te vas a encontrar", explican.
El caso es que apareció roca más blanda de la contemplada en los estudios geotécnicos y la máquina del túnel oeste se quedó atascada, a unos 300 metros de la boca, en julio de 2005. Cundió la desesperanza. "No se llega", afirmaban los más pesimistas.
Ocho puntos
Sintiendo el aliento del ministerio en el cogote, más un desfase de 30 millones, sobre los 268,41 previstos, los expertos proyectaron una galería de emergencia de 400 metros para extraer la tuneladora, que avanzaba en dirección sur-norte, y excavaron una galería intermedia de 800 metros. Así, el conjunto de los dos túneles se atacó desde ocho puntos diferentes.
Desde ayer, jueves, ha cambiado el ánimo. La tuneladora del tubo este que quedó en servicio -que ha llegado a conseguir avanzar hasta 30 metros en un día, aunque hubo jornadas en las que sólo perforó un metro- ha logrado llegar cerca de la zona intermedia y calar con otra parte ya perforada, lo que fue celebrado por cerca de dos centenares de técnicos y operarios, encabezados por el presidente del Adif, Antonio González. Ya sólo le queda en torno a un 16% de excavación, que concluirá en la primavera, por métodos tradicionales, el llamado sistema "nuevo método austriaco" con empleo de explosivos y maquinaria pesada. A su gemelo, el túnel oeste, le quedan unos 2,3 kilómetros, el 27%, pero todos los esfuerzos se centran en poderlo atacar sin descanso posible.
Una vez que se desmonte la tuneladora, que terminó su trabajo ayer, entrarán en marcha cinco carros de encofrado por cada túnel, que avanzarán a una media de 15 metros por día. Previsiblemente los encofradores se encuentren al salir del túnel con los operarios que van colocando las traviesas. El caso es no parar para que no les pille el tren.
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