El PSE avisa de que el proceso se paralizará si persiste la violencia

Los socialistas vascos endurecieron ayer su discurso y sus avisos al mundo de ETA y de Batasuna. Su secretario general, Patxi López, advirtió de que si no se constata la voluntad inequívoca de abandonar las armas, el proceso "estará paralizado". El mensaje del líder del PSE coincidió con dos nuevos episodios de kale borroka en Getxo (Vizcaya), contra un cajero y una furgoneta de Correos, y con el lanzamiento de pintura roja y amarilla contra el batzoki del PNV en Zumárraga (Guipúzcoa) y pintadas llamándoles "españoles".

Patxi López ha ido más lejos que ningún político de los que apuesta por el proceso para acabar con la violencia, incluido el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con su último aviso a ETA y Batasuna. En una entrevista en RNE, Patxi López utilizó el término que el presidente y el PSOE han evitado: "paralización" del proceso abierto con el alto el fuego permanente de ETA de marzo pasado, aunque según precisó, no implicaría su ruptura.

"Para que se avance en el proceso de paz, lo que tiene que haber es una constatación absoluta de que hay una voluntad de abandonar las armas y de que desaparecen todos los obstáculos, que son expresiones de violencia terrorista, del camino", dijo López. Añadió que "si no, el camino estará paralizado, no digo roto". El PNV, por boca de su presidente, Josu Jon Imaz, también ha dejado claro recientemente que no habrá diálogo resolutivo, ni acuerdo previo a la constitución de la mesa de partidos, con violencia callejera, extorsión, seguimientos a ediles de Zarautz (Guipúzcoa) o con el robo de 350 pistolas como el realizado por un comando de asalto de ETA cerca de Nîmes (Francia) la semana pasada.

Socialistas y peneuvistas van de la mano en esa exigencia, lo que puede retrasar la escenificación del preacuerdo de la mesa de partidos hasta después de diciembre. Por su parte, el coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, considera que existen "contradicciones en ETA" sobre cómo abordar el final de la violencia, pero también opinó que "no se dan condiciones para una escisión".

Patxi López no ocultó ayer su hartazgo por los continuos "órdagos" del mundo de Batasuna, en vez de optar por desmarcarse de los sabotajes y de cualquier acto de violencia. Algo que volvieron a exigir a la izquierda abertzale todos los partidos vascos tras los nuevos episodios de kale borroka de la pasada madrugada. Los violentos intentaron quemar, sin éxito, una furgoneta de Correos en la calle Oiarretxe (Getxo), después de haber roto una de sus ventanillas y arrojado en su interior una ventanilla un artefacto que finalmente no estalló.

Poco después de medianoche, presumiblemente el mismo grupo de violencia callejera, lanzó un cóctel incendiario que ennegreció la fachada del inmueble número 47 de la calle Maidagan, también en Getxo. El objetivo de los saboteadores era el cajero automático de una sucursal financiera.

El tercer episodio de kale borroka tuvo como destinatario al PNV, a la sede social peneuvista en Zumárraga (Guipúzcoa). A las 1.30, los varios desconocidos arrojaron pintura roja y amarilla contra el batzoki y realizaron pintadas en el exterior en las que se les acusaba de "españoles" y en las que se pedía el cese de la "represión".

Por su parte, el PP considera que la persistencia de la violencia "desmiente" cada día el alto el fuego de ETA y la verificación por parte del Gobierno.