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Deco: "Este empate nos sabe a derrota"

"El vestuario es un poema", advirtió uno de los colaboradores del primer equipo del Barcelona mientras abandonaba el vestuario. No mentía. Apareció Carles Puyol ante los periodistas y lo dejó muy claro: "¿Cómo está el vestuario? Pues jodido", descubrió el capitán azulgrana, consciente de que el camino de la clasificación se le complica al Barça. "Tenemos dos finales y estamos deseando jugarlas", dijo mostrando un poco de optimismo entre tanta desolación como generó el gol de Drogba, que privó de la victoria a los azulgrana, abocados prácticamente a ganar los dos partidos que les quedan por disputar, ante el Levski Sofía y el Werder Bremen.

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Puyol pareció indignarse al saber que Mourinho había dicho que él y sus compañeros se tiraban a la primera para que pitara falta el árbitro. "Eran ellos, los jugadores del Chelsea, los que se tiraban constantemente. Drogba no ha hecho otra cosa que intentar provocar que el árbitro nos sacara tarjetas". Puyol amplió su referencia al arbitraje del italiano Farina y se quejó amargamente de los seis minutos de prórroga concedidos para, finalmente, pitar el final nada más marcar el Chelsea el gol del empate, cuando quedaba aún un minuto. También habló de la expulsión fantasma de Cole: "Pensaba que le había enseñado dos amarillas, pero cuando he ido a protestar al árbitro he visto que la tarjeta era para Lampard".

El centrocampista del Chelsea, feliz por el resultado obtenido, se abrazó a Albert Ferrer, ex compañero suyo en el Chelsea y exlateral derecho del dream team, que acudió a la sala de prensa a departir con sus antiguos colegas. Le escuchó reconocer su alegría por haber marcado un gol tan espectacular: "Seguramente, es uno de los mejores goles de mi carrera", aseguró antes de elogiar el carácter mostrado por sus compañeros. Tampoco a él le gustó el árbitro: "Ha pitado demasiadas faltas y nos ha sacado muchas tarjetas amarillas". "El arbitraje ha sido extraño", dijo Robben. "Bueno, el partido fue duro pero, en cualquier caso, el árbitro cortó mucho el juego pitando demasiadas faltas".

"El empate sabe a derrota", resumió Deco, autor del primer gol, que se lamentó de lo inútil de su acción: "Fue bonito, es cierto, un gran gol, pero ¿de qué sirve? El empate nos obliga a ganar los dos próximos partidos. No hay vuelta de hoja", aseguró el portugués. Para Deco, el de ayer fue el mejor partido que hasta el momento haya jugado su equipo. "Ha sido un partido intenso, seguramente de lo mejor que hemos hecho este año y contra un gran equipo, que defiende con contundencia su área y busca la salida al contraataque. Llega y hace daño, pero hoy no merecimos perder", insistió. Metido en mil peleas, Deco pasó por alto la actitud de los jugadores del Chelsea, cuya actuación no sorprendió a Messi: "Sabíamos que su mejor arma es la agresividad y hoy la han puesto toda", aseguró el menudo argentino, para quien el Barça tampoco mereció el empate: "Lo hemos hecho todo para ganar y no lo hemos conseguido. Pero todo lo hicimos bien", dijo falto de la autocrítica que sí tuvo Xavi, quien sentenció: "Nos ha faltado picardía". Al Chelsea le sobró fuerza física. "Ha sido un partido duro, sí", constató Messi. Luego, le preguntaron por Mourinho: "Que siga hablando lo que quiera", zanjó.

La frase de la noche sobre el técnico del Chelsea la dejó para la posteridad el brasileño Edmilson: "Lo peor de jugar contra el Chelsea es tener que soportar después las tonterías de Mourinho".

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