Barenboim toca en Valencia las piezas más rompedoras de Beethoven

Daniel Baremboim interpreta hoy el primero de los tres conciertos que ofrecerá en el Palau de les Arts de Valencia. En todos ellos, el pianista tocará obras de Beethoven. Hoy, piezas sinfónicas, como la obertura Egmont, el Concierto para piano y orquesta número 5 o la Heroica, bajo dirección de Zubin Mehta y con la Orquestra de la Comunitat Valenciana; mañana un recital de piano con las últimas tres sonatas del compositor alemán. Este periodo tardío es, en opinión de Barenboim, de singular importancia porque Beethoven "rompió con muchas convenciones y demostró que no todos los seres humanos se vuelven menos ásperos, menos angulares o menos enérgicos, al contrario, él se lanzó, no a evitar el desequilibrio, sino a luchar contra él". El sábado se repetirá el programa de hoy, en la gala dedicada a Unicef con motivo del 60 aniversario. El Palau de les Arts manifestó ayer que aún quedan entradas para los conciertos.

El reputado director y pianista argentino-israelí se mostró contento de volver a actuar en Valencia, tras ocho años de ausencia, y recordó que la primera vez que actuó en España fue en esta ciudad, cuando el tenía 15 años, en 1958. Interpretó al piano a Mozart y Brahms, y al ver cómo se desenvolvía, el director de la Orquesta de Valencia de entonces le ofreció también dirigir el concierto del último.

Tras calificar de "impresionante" el Palau de les Arts diseñado por Calatrava, Barenboim señaló que continuará "siempre" con su actividad como solista de piano, junto a su faceta de director de orquesta. Además, reconoció que su proyecto más importante en la actualidad es luchar por el entendimiento entre el pueblo israelí y el palestino a través de proyectos como la Orquesta West-Eastern Divan y otras iniciativas de formación musical para jóvenes. El músico instó a "comprender de una vez por todas que no hay una solución militar a este conflicto y hay que encontrar otros caminos". Es, añadió, un enfrentamiento "curioso porque tiene aspectos simétricos, como la ignorancia sobre el otro, al mismo tiempo que rasgos desiguales, como el papel de fuerza ocupante de unos y de ocupados de los otros".