Los comercios regentados por extranjeros en el casco antiguo de Barcelona abren más de 10 horas al día
En el distrito de Ciutat Vella de Barcelona hay más de 300 comercios regentados por inmigrantes. La mayoría son asiáticos. Para conseguir precios competitivos y, por tanto, una clientela fiel, los extracomunitarios no dudan en estirar la jornada laboral más allá de lo que es habitual en estas latitudes. Un estudio elaborado por el doctor Pau Serra para la Obra Social de La Caixa, que se presentó ayer, señala que los comercios étnicos abren una media de más de 10 horas al día, y a menudo algunas más, hasta bien entrada la noche.
Por lo general, y según se desprende del estudio, los pequeños empresarios trabajan solos o bien ayudados por algún empleado miembro de la familia o de la misma nacionalidad, que casi siempre es un hombre. El 37% de los comercios étnicos del casco antiguo están regentados por paquistaníes. Se trata de establecimientos "de proximidad", en palabras del investigador: carnicerías, locutorios y tiendas de comestibles. Les siguen los establecimientos de India (17%), especializados en la venta de recuerdos, y los de China (16%): bazares, restaurantes y del sector textil.
Dentro de Ciutat Vella, las calles de Princesa, Sant Pere més Alt, Trafalgar, Sant Pau, Escudellers, Joaquín Costa y Carme son algunas de las que concentran mayor densidad de comercios étnicos. Serra destacó que, aun así, en los últimos cuatro años se ha estancado el crecimiento de comercios extranjeros. En su opinión, estos locales -la mayoría, de menos de 60 metros cuadrados- han "revitalizado" el tejido económico del barrio tras la crisis de principios de los años noventa, que obligó a cerrar numerosos comercios autóctonos.
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