'Secuestrados' en el avión

¿Es posible coger un avión en Menorca para ir a cenar a Mallorca, terminar pasando la noche encerrado dentro del avión en el aeropuerto de Valencia y aterrizar a la mañana siguiente en Madrid, sin haber pisado en ningún momento Mallorca? Esta pesadilla en forma de viaje interminable le ha ocurrido a Felipe, un vecino de Mahón (Menorca), que sufrió la odisea junto a 34 viajeros más.

El vuelo 8075 de Air Madrid con salida en Madrid, parada en Mahón y llegada a Palma de Mallorca, tenía que haber durado unas dos horas; y se convirtió al final en más de 20. Para un trayecto, Madrid-Mallorca, de 550 kilómetros. El precio de los billetes, comprados por muchos en Internet, era de 110 euros.

A los pasajeros se les permitió fumar en el aparato, pero no pudieron salir en toda la noche

El avión salió de Madrid-Barajas el sábado pasado a las 22.45. Una hora después llegó a Mahón (Menorca), recogió viajeros y salió con destino a Palma de Mallorca. "Pero en el aeropuerto de Palma había mucha niebla y el piloto no pudo aterrizar, así que desvió el vuelo con destino al aeropuerto de Valencia", explicaron fuentes de Air Madrid.

El aparato aterrizó en Valencia y allí se quedó toda la noche, con los pasajeros dentro. "No nos han dejado bajar y hemos pasado toda la noche dentro del avión. Ha sido un infierno, como si estuviésemos secuestrados. Sin comida y apenas agua", contó Carlos Zas, uno de los viajeros. Desde la compañía señalaron que habían intentado encontrar hotel en Valencia, "pero fue imposible, estaba todo llenísimo por el Mundial de Motociclismo en Cheste (Valencia)", añadió.

Air Madrid es propiedad del empresario mallorquín José Luis Carrillo, dueño de Global Hoteles, y está especializada en viajes a América Latina. La compañía no tiene vuelos con Valencia, así que tampoco tiene personal en dicho aeropuerto. "Si salían del avión, no iba a haber nadie de Air Madrid en Valencia para atenderles. Era mejor que se quedasen dentro", contaron los trabajadores de la sucursal que la compañía tiene en Barajas.

Dentro del aparato, los pasajeros pasaron como pudieron la noche. Con calor, frío y hambre. Los fumadores no aguantaron más y consiguieron permiso para fumar; lo que hizo enfadar a algunos de los no fumadores. "Pero a pesar de todo lo que nos ha pasado, de la noche horrorosa que hemos tenido, hemos sido civilizados", afirmó Fernanda Mariñelarena, otra pasajera. Esta mujer, encima, había salido de Chile en avión, también con Air Madrid, el viernes pasado. En total, ha tardado casi tres días en llegar a Mallorca.

A las 9.30 de ayer, después de ocho horas de calvario, el vuelo salió de Valencia hacia el aeropuerto de Madrid. "Y hasta las 17.15 no hemos salido de nuevo a Mallorca, y encima haciendo escala en Ibiza. Si lo llego a saber, me voy en barco", se quejó otro pasajero. Al final, los viajeros aterrizaron en tierras mallorquinas a las 20.00 de ayer; 21 horas después de su primer embarque. Algunos de los familiares que les esperaban se emocionaron y se pusieron a llorar.

"¿Quién me iba a decir a mí cuando he salido de Mahón para ir a cenar a Mallorca que iba a terminar durmiendo en Valencia y comiendo en Madrid?", concluyó, indignado, Felipe.