La naturaleza se multiplica

A finales del pasado mes de septiembre el Diario Oficial de la Unión Europea publicaba la extensa lista de Lugares de Interés Comunitaria (LIC) de la región mediterránea. Andalucía es una de las comunidades que mayor territorio aporta a este nuevo inventario de espacios protegidos, con casi un millón de hectáreas que hasta ahora no gozaban de protección y que se suman a la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía (RENPA), la más extensa de España, que ocupa en la actualidad algo más de un millón y medio de hectáreas.

La decisión de Bruselas no fue una improvisación sino el punto y final a un largo proceso que se inició en 1992, cuando la Directiva Comunitaria de Hábitats fijo la obligación de crear una gran red de espacios naturales protegidos a escala continental (Red Natura 2000) y que reciben la denominación genérica de LIC.

En muchos casos los nuevos LIC se superponen a los territorios ya protegidos, aunque es frecuente que amplíen sus límites. De esta manera ha quedado protegido el eje central de Sierra Morena, desde Jaén hasta Huelva, uniendo los seis parques naturales y la reserva de la biosfera ya existentes. Este gran pasillo forestal es particularmente valioso por cuanto constituye un hábitat imprescindible para especies como el lince ibérico, el lobo, el buitre negro o el águila imperial, tan escasas como amenazadas. En el caso de las cordilleras béticas, los nuevos LIC refuerzan la protección de espacios como Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén), Sierra Nevada (Granada-Almería) o la Sierra de las Nieves (Málaga), que destacan, sobre todo, por su riqueza vegetal y geológica. Otro cordón natural que también se integra en la nueva red es el que se extiende en torno al Estrecho de Gibraltar, desde Grazalema hasta las sierras litorales de Cádiz pasando por los Alcornocales. Un pasillo fundamental para el tránsito de aves migratorias entre Europa y África, además de un oasis en el que habitan especies animales y vegetales únicas, como las poblaciones costeras de nutria o los primitivos bosques de laurel y ojaranzo que crecen en los denominados canutos.

Un último bloque que merece especial atención en la nómina de los LIC es el sureste árido de la comunidad autónoma, donde se localizan los únicos paisajes subdesérticos de Europa: Tabernas y Cabo de Gata, ambos en Almería.

Pero, como destacan los responsables de Ecologistas en Acción, en la lista aprobada por Bruselas también aparecen espacios naturales que hasta ahora no gozaban de ninguna protección. A partir de ahora, precisan, "quedan amparados bajo la legislación ambiental europea los bosques de ribera del Guadalquivir, las lagunas que salpican el valle de este mismo río, las estribaciones montañosas de la jiennense Sierra Mágina y la orla forestal que rodea a Doñana".

sandoval@arrakis.es