Interior abre un periodo de verificación antes de iniciar el diálogo con ETA

La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega aseguró ayer que el Gobierno "será exigente a la hora de asegurar la verdadera voluntad de ETA de poner fin definitivo a todo tipo de violencia", y que esa verificación les llevará "algunos días o alguna semana". Así reaccionó ayer el Gobierno al robo de más de 350 armas y 10.000 balas en Francia, la acción más grave de la banda terrorista desde la declaración del alto el fuego permanente de hace siete meses. Si el Gobierno comprueba que no existe voluntad por parte de ETA de renunciar a la violencia, el proceso de diálogo para el fin del terrorismo "se parará", según fuentes del Ejecutivo.

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero aseguró ayer que no habrá novedades respecto al proceso en próximas fechas, y no quiso precisar qué consecuencias tendrá el robo de armas por parte de un supuesto comando de ETA. La vicepresidenta insistió en las reglas que hay que cumplir para que el proceso abierto sobre el fin del terrorismo pueda continuar: "Ausencia total de violencia, legalidad, diálogo y acuerdos". De la Vega advirtió a ETA de que si quiere utilizar el robo de armas en Francia como una medida de presión al Gobierno debe saber que ese acto delictivo será "estéril".

El PP reiteró un día más su exigencia al Gobierno de que ponga fin al proceso para el fin de ETA tras la última actuación de la banda terrorista.