Premio para el buen gobernante africano
Un multimillonario sudanés ofrece 3,97 millones de euros al mejor dirigente de África
El multimillonario sudanés Mo Ibrahim lanzó ayer en Londres una fórmula tan inédita como generosa para luchar contra la corrupción y promocionar la democracia en África. El antiguo magnate de las telecomunicaciones creo un premio anual que recompensa la mejor gestión entre los jefes de Estado africanos que han abandonado el poder. La recompensa por el buen gobierno es de 3,97 millones de euros.
El premio, el más cuantioso de los institucionalizados hasta ahora en el mundo (el Nobel supone algo más de un millón de euros), se otorgará por primera vez en 2007. Un jurado de 18 investigadores, en coordinación con Naciones Unidas y otros organismos como el Banco Mundial, se encargará de seleccionar al ganador.
La suma se entregará a lo largo de 10 años, en cuantías iguales de 397.000 euros. Además, el ganador obtendrá una pensión de por vida de 159.000 euros. Por último, el vencedor tendrá acceso a una línea de financiación de hasta 159.000 euros anuales para un proyecto de desarrollo en su país.
"Necesitamos acabar con la corrupción y mejorar la gobernabilidad", declaró Mo Ibrahim al presentar el premio. Ibrahim, de 60 años, vendió el año pasado su compañía de móviles Cel Tel, que operaba en 13 países africanos, a la kuwaití MTC por 2.700 millones de euros.
"Queremos recompensar al que consiga sacar a su pueblo de la pobreza porque eso merece el mayor premio del mundo", declaró Ibrahim.
En una entrevista con el diario británico Financial Times, Ibrahim señala que los dirigentes africanos temen dejar el poder porque después no les queda nada. "De repente todas las mansiones, coches, comida y vino desaparecen. Algunos incluso tienen dificultades para alquilar una casa en la capital. Esto incita a la corrupción e incita a la gente a agarrarse al poder", señala.
El galardón irá acompañado del Índice Ibrahim para el buen gobierno de los países africanos, a través del cual los ciudadanos podrán conocer la calidad y el esmero del trabajo de sus dirigentes. Esta especie de escala ha sido elaborada por expertos de la Escuela de Gobierno Kennedy de la Universidad estadounidense de Harvard. Evalúa el progreso de cada país en cuestiones de desarrollo económico durable, programas de salud y de educación, transparencia y funcionamiento de las autoridades, implicación de la sociedad civil, democracia y derechos humanos, seguridad y Estado de derecho.
El índice será utilizado por los investigadores a la hora de analizar la gestión de los gobernantes.
Ibrahim indicó que con el premio pretende "abrir un debate sobre el buen gobierno en África", así como lanzar una advertencia a los dirigentes corruptos.
La ex presidenta irlandesa y alta comisionada de la ONU para los refugiados, Mary Robinson, que formará parte del consejo de administración de la fundación, señaló que el premio tendrá más impacto porque se trata de una iniciativa africana y no occidental.
El proyecto ha recibido el apoyo del ex presidente surafricano Nelson Mandela, el secretario general saliente de la ONU Kofi Annan, el primer ministro británico, Tony Blair, y el ex presidente de EE UU Bill Clinton.
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