El Gobierno estudia un trasvase del Tajo al Segura para consumo

El Gobierno estudia ceder 12 hectómetros cúbicos de agua del Tajo al Segura para consumo humano, como ayer recomendó la comisión de explotación del trasvase. Con ese envío, los embalses de los que parte el trasvase volverían a rondar la línea roja marcada por ley que impide nuevas concesiones de agua. Además, ayer fueron inauguradas las obras del trasvase que llevará agua del Tajo al Guadiana, una tubería a la que sólo se oponen los ecologistas, ya que el agua no sale de Castilla-La Mancha.

Los embalses en la cabecera del Tajo han comenzado a subir con las lluvias, pero volverán a bajar. En una semana de lluvias, los embalses han ganado 14 hectómetros cúbicos, prácticamente lo mismo que la comisión de explotación recomendó ayer ceder sólo para consumo, nada para riego. En la comisión de explotación votan técnicos y cargos del Ministerio de Medio Ambiente, aunque el Consejo de Ministros puede variar su decisión.

Hace un mes, y por primera vez en 20 años, el Segura se quedó sin el agua del Tajo que cada trimestre le envía el Gobierno para abastecer a más de dos millones de personas de 79 municipios de Murcia, Alicante y Almería. Tras pasar un mes con sus propios recursos y para evitar restricciones, el Gobierno estudiará el trasvase. Según la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, el Consejo de Ministros "será muy prudente" en su decisión y "en ningún caso" se bajará de los 240 hectómetros de límite que el Gobierno de José María Aznar pactó con el de Castilla-La Mancha en 2001. Actualmente tienen 254.

Los municipios junto a los embalses de cabecera ribereños criticaron la decisión. El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista José María Barreda, se quejó de que las comunidades no puedan votar en la comisión de explotación, pero fue muy prudente en sus críticas. En trasvases anteriores, Barreda arremetió contra el Gobierno y contra Narbona, pero ayer los dos dirigentes coincidieron en un acto en Ciudad Real y no era el momento de polémicas. Por la tarde, ya en Toledo, calificó de "sandez" recomendar trasvases en función de previsiones de lluvia.

Barreda y Narbona visitaron allí las obras de la tubería a la llanura manchega, una tubería que servirá para llevar a gua del Tajo a unos 90 municipios de la cuenca del Guadiana. La obra permitirá llevar 50 hectómetros cúbicos al año: 30 para abastecimiento y 20 para recuperar las Tablas de Daimiel, un parque nacional que se encuentra convertido en un secarral por los pozos ilegales que le chupan el agua. Actualmente el trasvase al Segura lleva mucha más agua. En los últimos 12 meses, sin apenas trasvases, ha llevado 200 hectómetros al Segura.

El trasvase entre el Tajo y el Guadiana fue declarado de interés general en 1995 por un Gobierno socialista, fue incluido en 2001 en el Plan Hidrológico Nacional por el PP y fue adjudicado por el Gobierno del PSOE hace un año. La obra costará unos 400 millones de euros y tardará cuatro años. Una tubería saldrá del trasvase del Tajo y repartirá el agua a través de 119 kilómetros. Barreda destacó que el trasvase supone "un giro de 180 grados" en la política del agua en la comunidad. Barreda siempre ha apostado por que la cuenca del Guadiana acceda al agua del Tajo.

Como el trasvase es en la misma comunidad, apenas recibe críticas. Sólo una decena de ecologistas protestaron en el acto. Ecologistas en Acción, Greenpeace y SEO / Birdlife, entre otros, denunciaron que se trata de una "obra irracional, incoherente y que está al servicio de los proyectos especulativos de la provincia de Ciudad Real".