"No habrá votos gratis ni cheques en blanco del PP"
Josep Piqué i Camps (Vilanova i la Geltrú, 1955), licenciado en Ciencias Económicas y Derecho, tres veces ministro en los dos gobiernos de José María Aznar, ex director general del Departamento de Industria de la Generalitat, es desde el año 2002 presidente del Partido Popular en Cataluña. Su objetivo al frente de la candidatura de los populares en las elecciones legislativas catalanas es, al menos, renovar el mandato de los 15 diputados que tiene actualmente el PP en la cámara.
Pregunta. Dicen que juega en un equipo equivocado.
Respuesta. Es cierto que muy a menudo se hace este comentario y no sé por qué. Yo estoy defendiendo cosas en las que realmente creo.
P. ¿Realmente se siente cómodo?
"Veo a Mas con dosis importantes de soberbia y de prepotencia"
"Si tengo un apoyo claro y sin fisuras es el del presidente del PP, Mariano Rajoy"
R. Estoy acostumbrado a hacer trabajos difíciles; lo he hecho en el sector privado, lo he hecho desde responsabilidades de Gobierno y ahora lo estoy haciendo desde la oposición.
P. ¿Madrid le complica la vida?
R. Le tengo que decir una cosa con mucha claridad, si tengo un apoyo claro y sin fisuras es del presidente de mi partido, Mariano Rajoy.
P. Esta vez controla la campaña electoral, algo que, al parecer, no sucedió con la del Estatuto.
R. Son dos campañas de naturaleza diferente. La campaña del referéndum sobre el Estatuto de Autonomía sobrepasaba el debate estrictamente catalán y se convirtió en un debate político español, lo que provocó que todo el mundo pudiera dar su opinión. Para decirlo en términos coloquiales, que se españolizase la campaña. Ahora estamos en una campaña para el Parlamento de Cataluña y, aunque agradezco las ayudas que nos vienen desde fuera, es una campaña del PP de Cataluña y de su candidato.
P. En cualquier caso, parece ser que esta vez usted ha evitado el desembarco masivo de dirigentes que se produjo la vez anterior.
R. En la anterior campaña yo estaba de acuerdo en que viniera mucha gente. Lo que pasó entonces, como lo que ha pasado ahora, tuvo mi conformidad.
P. ¿Qué resultados prevé?
R. Tengo la firme convicción de que las cosas nos irán bien. ¿Qué quiero decir? Pues que estoy seguro de que incrementaremos posiciones.
P. Si sufrieran un desastre electoral, ¿dimitiría?
R. En caso de caída, cualquier responsable político debe dimitir. Pero estoy seguro de que no sucederá.
P. ¿Dónde esta su línea roja, en cuanto a resultados se refiere?
R. No querría darle una cifra. Depende de cómo quede el escenario. Sin querer fijar ahora límites cuantitativos, le diré por ejemplo que en el año 1999, con 12 diputados, fuimos decisivos, y en 2003, con 15, lo dejamos de ser. Pero una vez dicho esto, aspiro a tener mas representación.
P. ¿Qué harán con los votos?
R. Lo hemos dicho con toda claridad. Queremos que se aplique, aunque sea parcialmente, nuestro programa, lógicamente a través de un gobierno de coalición. Queremos tener responsabilidades de gobierno y que el Partido Popular de Cataluña sea lo que ya es en el conjunto de España, por tanto ser percibido como un partido capaz de gobernar las instituciones. Si pregunta si podemos llegar a acuerdos con partido del estilo de ERC o ICV, la respuesta es obvia: esto no es posible. Pero nuestra posición es muy clara. Pero quiero añadir que no habrá votos gratis ni cheques en blanco.
P. ¿Estarían dispuestos a pactar con CiU a pesar de todo lo que ha hecho y dicho Artur Mas sobre el PP?
R. Hay una cosa que está por encima de cualquier circunstancia personal y política, y es el sentido de la responsabilidad, la estabilidad del país, la gobernabilidad de las instituciones. Nosotros siempre nos comportaremos en función de estos objetivos. Pero también le diré que el señor Mas ha pasado todos los límites. Estoy viendo un señor Mas muy tacticista, con dosis muy importantes de soberbia y de prepotencia. En Madrid dirían que va de sobrado. Una persona que aspira a presidir la Generalitat no puede ir de sobrado, no puede ofender sentimientos gratuitamente, no puede marginar con su actitud a centenares y miles de ciudadanos por votar a una determinada opción política. El señor Mas se esta equivocando. Y mucho.
P. ¿Cómo explica la actitud de Mas?
R. Se esta moviendo por la táctica. Y esto me preocupa profundamente. Convergència i Unió ha gobernado Cataluña durante 23 años. Hizo cosas bien y otras mal. Nosotros somos muy críticos con respecto a determinadas cosas que se hicieron entonces. Pero nadie puede negar que el señor Pujol tenía una visión estratégica de país y una perspectiva a medio y largo plazo. Pero, además, tenía una clase política, estoy pensando en Trias Fargas, Cullell, Alavedra, Roca..., que eran de gran calidad y altura política. Y ahora vemos una CiU dominada por los tácticos.
P. Da la sensación de que no pasa la corriente entre usted y Mas.
R. Si doy esta sensación me sabría muy mal, porque en el momento de la verdad estas cosas hay que ponerlas al margen. No soy partidario de introducir estos factores de relación personal. Mire, en 1996, después de una campaña electoral extraordinariamente bronca, al final se llegó [CiU y el PP] a acuerdos políticos muy importantes, porque todo el mundo hizo un sacrificio, todo el mundo dejó de lado sus posiciones y sentimientos personales, y al final lo que prevaleció fueron los intereses estratégicos generales, políticos; la gobernabilidad; las propuetas concretas, y un programa de investidura.
P. Cuando ve y oye al líder de CiU decir lo que dice, ¿qué le pide el cuerpo?
R. El cuerpo me pide defender la dignidad y el honor de nuestra gente. Lo que me pide el cuerpo es decirle al señor Mas que no sea tan excluyente, que no sea tan prepotente, que no sea tan soberbio.
P. Desde que se inició la campaña electoral, el PP ha sufrido insultos, algunos de sus autobuses han sido dañados y varias sedes han aparecido con pintadas. ¿Qué piensa de esto?
R. No lo quiero minimizar. Es inadmisible. Pero es importante para el PP y la salud política del país que esto no cambie la estrategia de la campaña electoral. Si lo hiciéramos, haríamos un flaco favor a la democracia.
P. Algunos dicen que estos ataques suponen una publicidad para el PP.
R. Decir esto no sólo es cínico, sino también inmoral. Lo dijo el señor Duran Lleida. Es una de las opiniones mas repugnantes que he oído en los últimos tiempos. A los que dicen esto les pediría que se pusieran, aunque sólo fuese por unos minutos, en la piel de los militantes de mi partido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.