Zapatero elige a la desesperada a su asesor económico para candidato por Madrid

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha logrado sorprender con el candidato que aspirará a la alcaldía de Madrid por el PSOE. Será Miguel Sebastián, el director de su Oficina Económica, un desconocido para los ciudadanos. Las conversaciones comenzaron el pasado 12 de octubre y la oferta se cerró anteanoche en La Moncloa con el secretario general de Madrid, Rafael Simancas, y el secretario de Organización, José Blanco. Sebastián fue ayer ratificado por la ejecutiva de Madrid y lo será en el comité federal el próximo 18 de noviembre. "Traerá a Madrid orden e imaginación", auguró Zapatero.

Miguel Sebastián, de 49 años, nacido en Madrid, doctor en Economía, con títulos universitarios en España y Estados Unidos, será el candidato socialista a la alcaldía de Madrid, tras aceptar, sin resistencia según todas las fuentes consultadas, la propuesta del presidente del Gobierno.

Sebastián es conocido en medios económicos, políticos y universitarios, pero en absoluto por la inmensa mayoría de los ciudadanos madrileños. La primera conversación entre Zapatero y Sebastián sobre este asunto se produjo el pasado 12 de octubre, y ocurrió lo inesperado: Miguel Sebastián se mostró dispuesto. Zapatero aseguró ayer que "durante muchos meses" pensó en Sebastián "como el mejor candidato". "Confieso que tomé la decisión cuando descubrí que él también lo piensa. Y en la vida, si se puede y se quiere, se debe", proclamó el presidente en la presentación del candidato en la sede del PSOE.

Cuando le hizo la oferta, 13 días atrás, retumbaban con fuerza los ecos del rechazo de José Bono. El presidente contó al secretario general de los socialistas madrileños, Rafael Simancas, la disposición de su asesor económico. A Simancas le pareció un buen candidato. Blanco señaló en esos días a este periódico que el candidato podía ser "un desconocido" pero con un perfil profesional de gran solvencia. Con la seguridad de que la candidatura de Sebastián era más que factible, se decidió guardar silencio para madurar la decisión. La decisión final se tomó anteanoche en el palacio de la Moncloa en una reunión de Zapatero con Simancas y el secretario de Organización del PSOE, José Blanco.

Casi a medianoche telefonearon a Sebastián para indicarle que al día siguiente, ayer a primera hora de la tarde, comunicarían la decisión a la opinión pública desde la sede federal del PSOE. Claro está que, antes de esa reunión en La Moncloa, Zapatero había ido y venido a Barcelona con Miguel Sebastián para participar en un acto electoral de José Montilla, con empresarios catalanes. En el avión tuvieron tiempo para hablar de su futuro como candidato. La puesta en escena se produjo en la sede del PSOE y fue muy medida. Tres atriles desde los que Zapatero, Sebastián y Simancas lanzaron su declaración de intenciones y sin posibilidad de preguntas. A un lado, José Blanco, su homólogo de Madrid, Andrés Rojo, y los miembros de la ejecutiva Alfonso Perales e Inmaculada Gómez Piñeiro. El presidente sí respondió horas más tarde a los periodistas en una conferencia de prensa en La Moncloa.

Quedó claro que la amistad entre el presidente y Miguel Sebastián, que no es militante del PSOE, se ha estrechado aún más desde que le fichara hace cuatro años. Primero, como parte de su equipo de "sabios", y después, como coordinador del programa económico del PSOE para las elecciones de 2004.

La aparición en escena de Miguel Sebastián en aquel tiempo levantó suspicacias notorias entre los que habían empezado con Zapatero la andadura política. "Es la persona idónea para traer a Madrid lo que necesita: orden, imaginación, calidad de vida y cercanía con los ciudadanos", dijo Zapatero. "Estamos en tiempos nuevos y Miguel Sebastián es un político nuevo que resume las cualidades de lo que desea Madrid: eficacia, modernidad y prestigio".