Kapo se exhibe en un Calderón desierto
El centrocampista fue lo más brillante en la victoria merecida del Levante sobre un Atlético incapaz
Grúas planeando sobre las balsas de agua de las obras de las agujereadas vías de circunvalación madrileñas. Coches inmóviles, castigados a esperar bajo la lluvia. La nevera esperando en casa. Fin de una jornada laboral. Muchos motivos para rellenar la casilla de no acudir al Calderón. El estadio madrileño registró la peor entrada en décadas. Una quinta parte de su capacidad, poco más de 10.000 personas se animaron a ver al Levante de López Caro. Entre ellas, Bernd Schuster, entrenador del Getafe y que lo fuera de los dos equipos que se midieron ayer en el césped. Fueron pocos y acabaron de muy mal humor y pitando a sus futbolistas. El Levante, liderado por un sobresaliente Kapo, tuvo más y mejores ocasiones que el Atlético. Mereció vencer. Aguirre aún no ha resuelto el puzzle con pocas piezas que le ha quedado tras las graves lesiones de Maxi y Petrov.
ATLÉTICO DE MADRID 0 LEVANTE 1
Atlético de Madrid: Leo Franco; Seitaridis (Galletti, m. 63), Zé Castro, Perea, Pernía; Maniche, Costinha, Luccin (Valera, m. 46); Jurado; Agüero y Torres. No utilizados: Cuellar, Antonio López y Azcárate.
Levante: Cavallero; Descarga (Álvaro, m. 75), Dehu, César, Courtois; Carmelo (Luyindula, m. 67), N'Diaye, Berson, Kapo; Riga y Nino (Tomassi, m. 90). No utilizados: Molina y Robert.
Gol: 0-1. M. 86. Riga dispara, el rebote lo intenta rematar Kapo de tacón y el rechace final lo introduce Nino en la red.
Árbitro: Ramírez Domínguez. Enseñó cartulina amarilla a los jugadores del Levante César, Courtois y N'Diaye,
Partido de ida de los dieciseisavos. Unos 12.000 espectadores en el Vicente Calderón.
Agüero fue titular y mostró algunas de sus virtudes. Pero no mucho. Con el tronco muy bajo, casi rozando el césped, el argentino mantiene de milagro el equilibrio en cada carrera en zig-zag. Hizo pocas y casi todas acabaron en falta. Torres, aunque hizo jugadas meritorias, siguió mostrando una curiosa tendencia a dispersarse por todo el campo, a correr más de lo necesario por zonas ajenas.
También regresaba Jurado. Este chico jugó al principio de la Liga y después desapareció, a veces, incluso de las convocatorias. El joven media punta hizo el primer disparo rojiblanco a puerta, un tiro raso tras una jugada individual de Torres. Después devolvió la cortesía y le sirvió un buen balón al Niño. Es un tipo elegante y divertido de ver, incluso en el lodo de ayer.
López Caro, hombre que predica el valor del esfuerzo, la redención a través del sudor, hizo ocho cambios en la alineación con respecto a los que juegan en la Liga. Pero no varió sus ideas. Mucha gente atrás. Mucha gente defendiendo. Mucha solidaridad. Todos, menos Nino. Precisamente Nino tuvo una de las mejores ocasiones del encuentro. Una buena jugada de Kapo por la izquierda que dejó el balón atrás para que el ariete fusilase. Sólo que el delantero no fusiló, sino que falló estrepitosamente golpeando con la pelota a un compañero. El Levante, cuando ataca, da la sensación de ganar metros a base de energía. Muchos de sus jugadores -Riga, N'Diaye, Carmelo, Kapo, Berson- tienen un físico espectacular. Un ADN privilegiado que lo mismo les sirve para presionar en el medio sin descanso como para trotar en tres pasos hasta el área rival sin necesidad de grandes virtuosismos. En esta segunda faceta, la atacante, destacó Kapo. Buen jugador. Otra invención suya dejó solo a Courtois, que, como Nino, no acertó a pegar de lleno a la pelota. Además, lanzó una falta a la escuadra que sacó Leo Franco. También fue protagonista del gol levantinista, propiciado por un taconazo suyo en el área pequeña cuyo rechace aprovechó, esta vez sí, Nino. El partido no dio mucho más de sí. Sólo la presencia de Kapo y el talento que se le intuye a Jurado.
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