E.ON obtiene la mayor línea de crédito del mundo para la OPA sobre Endesa

E.ON anunció ayer haber logrado la mayor línea de crédito sindicada del mundo hasta la fecha, de 37.100 millones, para respaldar la OPA sobre Endesa. La oferta sobre la eléctrica española ha terminado por remover el pasado de la compañía alemana. La Comisión Europea, después de un mes de análisis, ha solicitado al Gobierno de Berlín que explique el mecanismo de control (acción de oro) que estableció en E.ON y Ruhrgas, cuando ambas se fusionaron en 2002, en una operación tras la que la primera absorbió a la segunda.

La compañía eléctrica alemana E.ON anunció ayer haber logrado la mayor línea de crédito sindicada del mundo hasta la fecha, por una suma de 37.100 millones de euros, destinada a respaldar la oferta mejorada por Endesa, de 35 euros por acción.

Según comunicó la empresa, la consecución de esta línea de crédito se ha logrado en el corto plazo de dos semanas. La oferta de los 18 bancos que acudieron a la solicitud de crédito superó la demanda de la empresa. Los bancos "reafirman" así, en palabras de E.ON, "su compromiso" con la financiación de la oferta pública de adquisición (OPA) sobre Endesa que ya habían mostrado con su disposición a financiar la oferta inicial, de 27,50 euros por acción. Para respaldar la primera oferta, la línea de crédito concedida ascendió a 32.000 millones.

"Tenemos unos planes claros para la financiación y la refinanciación de nuestra oferta y estamos presentando un caso sólido, bien planificado", declaró el director financiero de E.ON, Erhard Schipporeit, que resaltó a su vez la "confianza del mercado financiero internacional en E.ON y su apoyo a la oferta por Endesa".

La línea de crédito sindicada recaerá en una primera fase sobre las entidades BNP Paribas, Citigroup, Deutsche Bank, HSBC, JP Morgan y The Royal Bank of Scotland. Estos seis bancos trasladarán la carga a otros 18, que distribuirán a su vez el crédito a otros institutos, una práctica habitual entre los bancos cuando se trata de cantidades tan elevadas. La segunda fase comenzará en breve y en ella se acudirá a un grupo "selecto" de bancos.

La línea de crédito obtenida por E.ON no supone que los bancos pongan a su disposición el dinero inmediatamente, sino que respaldarán a la empresa en caso necesario. El préstamo consta de dos tramos: el primero, por dos tercios del total, será a un año, aunque E.ON tendrá la opción de prorrogarlo por otro año más. El segundo tramo, por la suma restante, vencerá a los tres años.

La refinanciación del crédito tendría lugar, si se hace uso de él, a través de emisiones de deuda en los mercados de capitales y mediante la propia liquidez de la empresa, aunque ésta no descarta la desinversión o enajenación de activos o ampliación de capital si fuera necesario.

Mecanismo de control

Por otro lado, Bruselas solicita a Alemania que explique su acción de oro en E.ON. El mecanismo de control gubernamental consiste en que, si un inversor extranjero intentara la adquisición del grupo, el Ejecutivo alemán podría obligar al comprador a vender un tercio de su filial Ruhrgas, la compañía que suministra el 60% del gas de Alemania. Esta condición fijada por las autoridades alemanas está vigente hasta 2012.

La Comisión ha remitido una carta al Gobierno de Berlín, pidiendo explicaciones sobre las condiciones fijadas en la fusión de E.ON-Ruhrgas. El portavoz de Mercado Interior, de la Comisión Europea, Oliver Drewes, reconoció la existencia de la misiva enviada por el comisario Charlie McCreevy. Pero afirmó reiteradamente que no se trataba de un "procedimiento abierto contra Alemania", sino un estadio previo en el que las autoridades comunitarias piden explicaciones a las alemanas.

El portavoz admitió que la decisión de este tipo de comunicaciones se produce cuando existe la percepción de que existe algún acuerdo o disposición "que no está de acuerdo con los principios del Tratado". Aunque se trata de una carta, sin un plazo fijo para su respuesta, en la práctica es el inicio de una investigación formal por parte de Mercado Interior sobre las condiciones fijadas por el Gobierno en la citada fusión, decidida por criterios políticos y en contra de la autoridad de competencia alemana.

En cualquier caso, ha llamado la atención que hayan transcurrido cuatro años sin que las autoridades de Bruselas se apercibieran de un asunto que, en otros casos como el de las condiciones fijadas por la Comisión Nacional de la Energía (CNE), para la compra de Endesa por E.ON, fue examinado y resuelto con el máximo rigor.

Una de las condiciones fijadas por la CNE y considerada "ilegal" por Bruselas, establecía que si durante un periodo de 10 años una sociedad pretendía adquirir un porcentaje del capital superior al 50% en E.ON, debería comunicarlo previamente a la CNE. Precisamente Bruselas ha dado un último plazo que vence mañana para que España anule las condiciones fijadas por la CNE consideradas ilegales.