Reuniones secretas en campaña
Un encuentro entre Mas y Montilla incomoda al PSC y sirve a CiU para marcar distancias con el PP
A medida que se agota la campaña y que las encuestas discrepan a la hora de dibujar qué mayorías podrán tejerse en el Parlament tras las elecciones, los partidos dan mayores muestras de nerviosismo. Ayer se conoció que el candidato socialista, José Montilla, y el convergente, Artur Mas, se reunieron con toda discreción el pasado mes de junio para, según fuentes del PSC, "hablar del futuro de Cataluña tras la aprobación del Estatuto". El encuentro se celebró, según Montilla, a petición de CiU. Mas quiso ayer romper la imagen de soledad política visualizada en el debate de los cinco candidatos televisado el pasado viernes. Por eso CiU se apresuró ayer a hablar de pactos con el PSC o ERC, y más después de conocerse el encuentro celebrado en Doñana con Mariano Rajoy en 2002.
Mas, tras conocerse la reunión con Rajoy en Doñana, abre la puerta a pactos ocasionales
La reunión entre los líderes de CiU y PSC fue en junio y para "hablar del futuro de Cataluña"
La reunión se celebró concretamente en los días inmediatamente posteriores a la aprobación del Estatuto en referéndum y antes de que Pasqual Maragall anunciara que no optaría a la reelección por el PSC. Por lo tanto, en el momento de la reunión Montilla no era el candidato. Mas expresó a Montilla su voluntad de que se anticiparan las elecciones, un interés vinculado, según afirman algunas fuentes, a que Pasqual Maragall no repitiera. Fuentes próximas a Mas negaron esta versión.
El encuentro entre los dos líderes políticos ha irrumpido en la campaña catalana apenas tres días después de conocerse que Artur Mas también se reunió en 2002 con el líder del PP, Mariano Rajoy, para hablar de una supuesta integración del PP catalán en CiU. En declaraciones a la cadena SER, Rajoy negó ayer que hubiera propuesto a Mas crear una alianza estable entre CiU y el PP catalán en la línea de la Unión del Pueblo Navarro. Rajoy reconoció que hubo una reunión en Doñana en 2002, pero que se trató de un encuentro "absolutamente normal, como muchos otros". No obstante, el 21 de noviembre de 2002, Rajoy propuso en una conferencia en el Círculo de Economía de Barcelona, como reflexión y para un futuro que no precisó, una alianza estable entre el PP catalán y CiU que él mismo denominó "fórmula CDU-CSU", en referencia a la denominación CSU que la democracia cristiana alemana (CDU) toma en Baviera.
Y a Artur Mas, acosado en plena campaña por la constatación de la vieja vecindad de CiU y el PP, le ha venido bien ahora que se sepa que también se ha reunido, aunque mucho más recientemente, con el líder del PSC.
Por eso ayer Artur Mas quiso romper la imagen de soledad política de CiU reflejada en el debate con sus cuatro rivales que emitió TV-3 el pasado viernes. El líder nacionalista abrió la puerta a pactar eventualmente con otras formaciones, en especial con el PSC y con Esquerra.
El principal objetivo de los nacionalistas es evitar que sumen mayoría las tres formaciones que en 2003 constituyeron el tripartito y, a partir de ahí, conseguir pactos ocasionales. Y eso incluye al PP, pero con reparos. En este sentido, Mas aseguró que su negativa a establecer una alianza "estable" con los populares incluye también la aprobación de los presupuestos. "CiU no es una formación política aislada, porque estando en la oposición hemos hecho los grandes pactos por Cataluña y además con un Gobierno del PSOE", manifestó el líder nacionalista. Sobre la posibilidad de intensificar su colaboración con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, es decir, de que CiU tenga por primera vez ministros en Madrid, Artur Mas negó ayer que se dé si, a pesar de ganar las elecciones el 1-N, un hipotético tripartito lleva a la federación nacionalista de nuevo a la oposición.
La locuacidad pactista de Mas contrastaba con la discreción de los socialistas, a quienes no conviene para nada que en vísperas electorales se conozcan supuestos flirteos entre Montilla y su principal rival. Máxime cuando los socialistas catalanes intentan conjurar el "fantasma de la sociovergencia", un gran pacto de los dos principales partidos.
Por este motivo, fuentes del PSC se esforzaron ayer en relativizar la reunión de Montilla con Mas recordando que en Cataluña, a diferencia de lo que ocurre en Madrid, los contactos entre los diferentes líderes políticos son frecuentes.
Tanto es así que fuentes próximas a Montilla aseguraron que la misma semana en que se produjo la reunión de Mas y Montilla, hubo otros encuentros del candidato socialista con el líder de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod Rovira. Posteriormente, ya el pasado mes de septiembre, Montilla también se reunió con el líder de Iniciativa per Catalunya, Joan Saura.
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