El temporal provoca desalojos y cortes de carreteras en Galicia

El temporal que sacudió Galicia durante el fin de semana se cobró la vida de dos personas en accidentes de tráfico en la Costa da Morte y el sur de la comunidad. El viento y la lluvia, que en Pontevedra superó los 126 litros por metros cuadrado, provocaron cortes en carreteras secundarias, derrumbamiento de puentes e inundaciones que obligaron a desalojar a decenas de hogares en la provincia de Pontevedra.

Dos personas perdieron la vida en sendos accidentes de tráfico ocurridos en Galicia durante otra jornada de viento y lluvia que obligó a cortar vías secundarias y desalojar decenas de viviendas en el sur de la provincia de Pontevedra. Protección Civil tuvo que realizar en 12 horas más de 500 actuaciones en Galicia.

Pasadas las ocho de la mañana, cuando el temporal arreciaba con más fuerza, un motorista de 25 años, que circulaba por una carretera comarcal entre las parroquias de Parada y A Portela en el municipio pontevedrés de Cangas, falleció como consecuencia del impacto de una rama que cayó sobre su cabeza. El joven, vecino de Bueu, no llevaba casco.

Casi a la misma hora, en Malpica de Bergantiños (A Coruña), moría atropellado un peatón de 80 años en la zona de Aldagán.

No fueron las únicas consecuencias de las trombas de agua que cayeron sobre la fachada atlántica de Galicia durante la mañana de ayer. En la aldea de Santa María de Xeve, en las afueras de Pontevedra, dos mujeres que salieron de su vivienda atemorizadas por los ruidos de la tormenta fueron arrastradas por la riada. Agentes de la Policía local consiguieron rescatarlas a seiscientos metros de su domicilio. La mayor, una anciana de 74 años, está internada en la Unidad de Cuidados Intensivos del complejo hospitalario Xeral Cíes de Vigo, con un traumatismo craneo-encefálico severo. Su pronóstico es grave. La otra mujer resultó ilesa.

En la zona de O Rosal, muy cerca de la frontera con Portugal, voluntarios de Protección Civil y equipos de bomberos lusos y españoles consiguieron salvar a otro hombre que estaba siendo arrastrado por las fuertes corrientes.

Más al norte, en Baiona, los servicios de urgencias utilizaron lanchas de socorro para sacar a decenas de vecinos de sus casas, en la zona de Sabarís, y llevarlos a un lugar seguro. El centro del pueblo se convirtió en un gran lodazal que las excavadoras se afanaban en limpiar a última hora de la tarde. Las grúas retiraron varios coches que habían sido desplazados por el agua, y los propietarios de los bajos comerciales, con el agua a la cintura, buscaban la forma de salvar sus negocios.

En esa mitad sur de Pontevedra, cinco carreteras secundarias permanecieron cortadas, ante el riesgo de derrumbamientos y varios puentes tendrán que ser reconstruidos.

Por otra parte, la nacional 433 (Lisboa-Sevilla) tuvo que ser cerrada durante unas horas a su paso por la sierra de Huelva debido al agua acumulada por la lluvia.