_
_
_
_
Crónica:MUNDIAL DE GIMNASIA
Crónica
Texto informativo con interpretación

China arrolla a Estados Unidos

El equipo femenino asiático gana por primera vez la prueba a dos años de sus Juegos

Amaya Iríbar

Lecciones de la nueva gimnasia. No hace falta un equipo de seis buenos atletas para estar entre las mejores. Ni siquiera una estrella. Puedes hasta sufrir un par de fallos garrafales y colgarte una medalla. Eso debía pensar Estados Unidos cuando se asomó a la final por equipos femeninos en los Campeonatos del Mundo de Aarhus (Dinamarca). Lesionada Nastia Liukin, la gran promesa de la gimnasia mundial, la estrella mediática, la sucesora de Nadia Comaneci, que sólo participó en paralelas para preservar su dañado tobillo, sus entrenadores parecían pensar que les bastaba una campeona del mundo absoluta, Chelsie Memmel, y un par de buenas competidoras para mantenerse en la lucha por las medallas. Pero se olvidaron de China.

Las españolas no tuvieron su mejor día, se cayeron varias veces y acabaron octavas
Más información
La dieta de la 'pizza'

Las finales de gimnasia no suelen tener tanto suspense. Cinco minutos después de que la última gimnasta de Estados Unidos abandonara el tapiz envuelta en aplausos, las jueces no habían dado aún su veredicto. La megafonía pedía a las atletas que abandonaran la sala. Pero las seis gimnastas chinas, casi clónicas, remoloneaban. Se quedaron en una esquina. Sabían que tenían al alcance de la mano un momento histórico: su primera medalla de oro por equipos en unos mundiales.

Podía pasar de todo, pues el nuevo código de puntuación, el que elimina para siempre el mítico 10.000, ha hecho tan incomprensible este deporte que se podía esperar cualquier cosa. Cuando salió la nota de su rival, las chinas explotaron en gritos y abrazos. La gimnasia femenina china llevaba diez años amagando con el oro. Pero nunca lo había conseguido en la prueba de equipos. Todo lo contrario que los chicos. Con una técnica exquisita y totalmente diferente a la del resto, siempre sonrientes, las diminutas chinas tenían fama de hacer las mayores dificultades y de fallar en los grandes momentos. Lo contrario de lo que les pasó ayer. A pesar de llegar a la mitad de la competición por detrás de sus máximos rivales -y eso que EE UU había sufrido dos caídas estrepitosas en un formato que al sumar todas las notas resulta letal-, hicieron tal exhibición en la barra y el suelo que su triunfo fue indiscutible.

Se explica además por varias razones. El Gobierno chino está haciendo un gran esfuerzo de cara a los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Pekín en 2008 y en el pequeño mundo de la gimnasia se rumorea que son decenas las gimnastas que se preparan para esa cita. Si a eso se une que cuentan con una líder clara -Nan Zhang, 20 años, bronce en Atenas 2004-, a la que adoran las jueces, y que los rivales fallan (EE UU), no llegan en buena forma (Rumania) o han perdido el nivel que se les supone (Rusia, bronce ayer), el triunfo es indiscutible.

El equipo español, por su parte, entendió que el nuevo código prima la perfección sobre la dificultad. Les sirvió para meterse entre los ocho mejores, pero están muy lejos de las medallas. Ayer no tuvieron su mejor día, con caídas en casi todos los aparatos y acabaron octavas. Otros siguen apostando por el más difícil todavía. Como las chinas. Les ha valido una medalla de oro.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_