Primer debate en Francia entre los tres precandidatos socialistas
Ségolène Royal, de 53 años, Dominique Strauss-Khan, de 57 y Laurent Fabius de 60, los tres aspirantes a candidato del Partido Socialista francés (PS) a la presidencia de Francia, iniciaron anoche el primero de los seis debates que les separan de la votación, el próximo 16 de noviembre, en la que los militantes socialistas decidirán quién les representa la próxima primavera. El debate, que había generado una enorme expectación, en tanto que era toda una novedad y venía precedido por polémicas y pugnas, resultó más plácido de lo previsto en tanto que no preveía ninguna confrontación directa, pero no exento de contenido.
En términos generales, cada uno mantuvo su perfil. Royal, precisa sobre los detalles, imprecisa sobre los programas, defendió su modelo de democracia participativa y sorteó, con más o menos habilidad, algunos escollos como el de sus críticas a la semana laboral de 35 horas implantada por el Gobierno socialista de Lionel Jospin. Strauss-Khan se reveló como el más sólido de los tres. Apropiándose desde el primer momento del centro socialdemócrata -una novedad en Francia- dibujó un proyecto de futuro audaz al tiempo que realizable. Fabius, por su parte, se mantuvo en la esquina izquierda, con el mismo discurso que adoptó cuando se convirtió en el paladín del no a la Constitución europea.
Periodistas muy hábiles
A priori, el formato elegido daba pocas posibilidades de enfrentamiento. Las reglas del debate parecían demasiado estrictas. Los tres candidatos debían responder a diez preguntas seleccionadas de entre las enviadas por militantes socialistas. Los turnos se establecían por sorteo y las respuestas no podían sobrepasar los 3 minutos 15 segundos. Pero a la hora de la verdad los dos periodistas que presentaron el debate tuvieron la habilidad de entrar en él, insistir cuando consideraban poco satisfactorias las respuestas y jugar con el minutaje repartiéndolo entre las distintas preguntas.
En cualquier caso, los primeros minutos, las primeras imágenes, los primeros planos de los tres políticos socialistas, reflejaban la tensión acumulada estos últimos días e incluso la tormentosa sesión preparatoria del debate en la que los representantes de los candidatos acabaron insultándose. El sorteo designó a Royal para abrir el turno. "¿Por qué es usted candidata?", fue la primera pregunta. "Soy candidata para hacer ganar a la izquierda y para hacer renacer a Francia. No es un tema de especialistas y de cifras, los franceses deben tomar en mano su destino", dijo.
Según Royal, el secreto está en "poner fin al desorden; al de la precariedad, a la anarquía financiera y al desorden del medio ambiente. Si se pone fin a este desorden llegará un orden justo. Este orden lo quiero construir con los franceses". Y añadió curándose en salud ante quienes dudan de su capacidad: "No tengo hoy en día respuestas para todo".
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