El Lliure vuelve la mirada hacia Portugal

El Teatre Lliure de Barcelona ofrece esta noche y mañana una mirada a la escena lusa con un programa doble de espectáculos, una versión de Woyzeck, de Georg Büchner, dirigida por Nuno Cardoso y el concierto de O'questrada, una formación de cinco músicos cuyos sonidos se sitúan a caballo entre el fado y el ska. Esta programación se inscribe en el marco de la red ¡Mira!, una iniciativa que pretende estimular la cooperación entre artistas y promotores culturales de Francia, España y Portugal, y que tendrá su continuación el 27 de octubre con la tercera Noche portuguesa del Lliure, protagonizada en este caso por la cantante de fados Mafalda Arnauth.

Nuno Cardoso, nacido en 1970, es uno de los directores escénicos contemporáneos con mayor reconocimiento en su país. Formado en el teatro universitario, desde hace tres años es director residente del teatro Carlos Alberto de Oporto, una de las dos salas del Teatro Nacional São João. Su Woyzeck, creado a partir de la improvisación y que incorpora un texto nuevo, es sin embargo, a decir del director, muy fiel a la obra escrita por Büchner, inspirada en hechos reales y protagonizada por personajes proletarios envueltos en un crimen pasional.

Incitar a la reflexión

En opinión del director, la pieza es "el primer texto verdaderamente revolucionario, de denuncia", una obra que plantea la lucha de clases avant la lettre. "Identifica muy bien la explotación del hombre por el hombre", añade. Cardoso se planteó el montaje de la obra como un homenaje a su abuelo, padre de 12 hijos y dedicado toda su vida a la minería, "que nunca sonrió y murió pensando que la vida era sufrimiento". Aunque asume que la profundidad de la obra es inabarcable. "Es como jugar con el Barça, sabes que siempre vas a perder, pero debes intentarlo", afirma.

"La obra me tocó mucho como portugués, pertenezco a la primera generación que siempre ha vivido en libertad. Soy ciudadano de un país que todavía se está construyendo y tengo el deber de ayudar a pensar en las cosas difíciles", señala. Cardoso puntualiza que en ningún caso se trata de transmitir mensajes, sino de incitar a la reflexión. "Woyzeck nos permite pensar sobre los problemas de nuestras sociedades democráticas occidentales, donde tenemos la tendencia de mantener los ojos cerrados mientras hablamos de buenas intenciones". Y así, cree que "lo que hicieron 200 años de historia social

[el tiempo transcurrido desde la escritura de la obra] fue que amplificamos la explotación del hombre. Hace dos siglos el burgués explotaba al trabajador; hoy tenemos a sociedades enteras que explotan a pueblos enteros", lamenta, y pone un ejemplo muy sencillo.

De todo ello, dice, habla esta obra que él plantea con la ayuda de una escenografía compuesta por una gran plancha de madera curvada por donde suben y bajan los actores. Cardoso es uno de ellos, ejerce como sustituto de uno de los intérpretes y a finales de diciembre será el protagonista, también en labores de suplente, cuando el espectáculo se represente en Santiago de Compostela.

El Lliure completará estas dos primeras noches portuguesas con la música de fusión de O'questrada, que actuará hoy y mañana tras las representaciones de Woyzeck,hacia las 23.30 horas.