"Guerrilleros" o "terroristas"

"Esta milicia lleva varios años dedicada en exclusiva al hostigamiento de los israelíes [...] y se puede afirmar que han alcanzado un alto grado de perfeccionamiento en sus acciones. Sus miembros se encuentran bien formados, reciben el apoyo de instructores iraníes, están organizados jerárquicamente, son disciplinados y tienen un absoluto convencimiento de la causa por la que luchan". Con estas palabras se refiere a Hezbolá, la milicia chií que se ha enfrentado al Ejército israelí en la última guerra, el Manual de Área elaborado por el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) y entregado a los soldados españoles enviados a Líbano.

Los redactores del documento no ocultan cierta admiración por los militantes de Hezbolá y se muestran dubitativos a la hora de calificarlos. "Los guerrilleros de Hezbolá", afirman, "son todos voluntarios y algunos tienen sus propias ocupaciones laborales, que detienen para participar en las acciones. Los que tienen dedicación exclusiva reciben un sueldo que varía según la responsabilidad del individuo, pero que en ningún caso es la motivación principal de su pertenencia a la organización".

Frente a esta visión elogiosa, en el mismo documento y la misma página puede leerse: "El Partido de Dios [traducción del nombre Hezbolá] es un grupo armado libanés, principalmente chií, que está considerado como grupo terrorista por la comunidad internacional". Entre otros ataques, le atribuye los atentados contra el cuartel de los Marines estadounidenses en Beirut, en 1983, con un saldo de 241 muertos, y un complejo residencial en Arabia Saudí, en 1996, con 19 muertos.

La opinión que al principal centro de inteligencia del Ejército español le merece Hezbolá no resulta baladí, pues dicho grupo es ampliamente hegemónico en la zona de despliegue de las tropas españolas, al sur del país. "Se estima que el contingente operativo de la milicia [chií] puede alcanzar los 3.000 individuos, aunque el núcleo que lleva a cabo la mayoría de las acciones guerrilleras es muy reducido. En gran parte de los casos, estas personas no residen en la zona, sino que se trasladan a ella para la realización de una acción concreta y retornan a su lugar de origen".

El manual atribuye a Hezbolá la posesión de más de 13.000 cohetes Katyushas, de 25 kilómetros de alcance, de los que 1.800 habrían sido disparados en la reciente guerra; así como cohetes Fajir-3, Fajir-5 y Zelzal-2, de medio y largo alcance, misiles portátiles antiaéreos y contracarro y fusiles AK-47 y AK-74.

"Como partido político", agrega el documento, "Hezbolá ha desarrollado una gran red de asistencia social que abarca el apoyo a las familias de las víctimas de la resistencia, denominados mártires; la reconstrucción de las viviendas dañadas por los bombardeos israelíes, la asistencia sanitaria, la enseñanza, etcétera".