Una francesa confiesa haber matado y congelado a sus dos bebés
El marido denunció el hallazgo y negó que fueran hijos de la pareja
Una mujer francesa, Véronique Courjault, sospechosa de infanticidio tras el hallazgo de dos bebés en el congelador del domicilio familiar en Seúl (Corea del Sur), reconoció ayer su autoría. Ocultó el embarazo al marido, dio a luz en casa, ahogó a los pequeños, los metió en bolsas de plástico y los congeló en su nevera, según informaron ayer medios franceses que citaban fuentes de la policía judicial. Los análisis de ADN confirmaron el martes que los bebés eran hijos del matrimonio. El marido había denunciado el hallazgo de los cuerpos en el congelador.
Siniestra e incomprensible. Así calificaban los funcionarios judiciales franceses la historia de los "bebés congelados" de la que son protagonistas Jean-Louis y Véronique Courjault, de 40 y 38 años, respectivamente. Se trata de un matrimonio de franceses que residían en Seúl y en cuyo domicilio coreano se descubrieron dos gemelos recién nacidos guardados en el congelador de la casa. El marido advirtió del hallazgo a la policía del país asiático.
Las pruebas de ADN efectuadas por la policía coreana y por los laboratorios franceses han coincidido en que los bebés son hijos del matrimonio, algo que éste había venido negando. Sin embargo, ayer la mujer, detenida junto con su marido como sospechosa de infanticidio, reconoció "los hechos que se le imputan". "Los asume y dice que actuó sola", afirmó su abogado, Marc Morin. La Justicia francesa no ha presentado cargos aún contra la mujer, a la que las autoridades surcoreanas consideran sospechosa de infanticidio. La pareja lleva detenida desde el martes, cuando se conoció un nuevo análisis del ADN. En el interrogatorio, la mujer se echó a llorar cuando le preguntaron por qué no dio sus hijos a un orfanato. "No podía", dijo.
En julio de 2006, a raíz de un retorno imprevisto a su domicilio asiático, el marido descubrió en la nevera de casa los dos cuerpos envueltos en toallas y en dos bolsas de plástico. Denunció el hallazgo a la policía que, tras realizar un análisis de ADN, acusó a la pareja. Ésta pidió amparo a la justicia francesa y logró volver a su país de origen. En la ciudad de Tours comenzaron nuevas pesquisas.
Los Courjault, con dos hijos de 10 y 11 años, nunca hablaron de esperar más descendencia y ella nunca fue vista embarazada. A finales de 2003, poco después de la fecha en que se cree nacieron los gemelos, la mujer fue operada del útero. En Corea, el marido, ingeniero, trabajaba para un proveedor de un fabricante automovilístico.
A la vista de los análisis del ADN, los investigadores consideran incomprensible que los propios Courjault denunciaran el hallazgo en lugar de aprovechar el cambio de casa para deshacerse de los bebés. Además, la convicción con la que han negado toda validez a una prueba de ADN, fiable en el 99,99% de casos, aún sorprende más. A los bebés no se les ha practicado la autopsia, pero se sabe que nacieron sin problemas aparentes, pues sus pulmones estaban desplegados.
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